Preciado y su Sporting revientan la Liga
Un planteamiento magistral del técnico cántabro permitió a los asturianos sacar los colores a un adversario sin fútbol y sin remateLos rojiblancos sorprenden al Real Madrid en el Bernabéu y acaban con el récord casero de 'Mou'
MADRID. Actualizado: GuardarEl fútbol deja guiones extraordinarios. Mourinho acumulaba más de nueve años sin perder en casa en Liga, desde que lo hizo con el Oporto ante el Beira Mar (2-3) en febrero de 2002, y fue a caer ante el Sporting de Preciado. Tuvo que ser, precisamente, el técnico cántabro el que le impartiera una magistral lección táctica al portugués y dinamitara la Liga con una victoria histórica en el Bernabéu. Y fue un triunfo en buena lid. Merecido, sin trampas, sin tretas, sin brusquedades. Solo en el arreón final, cuando el campeonato ya estaba perdido, el Madrid dio la sensación de poder marcar. Pero fue a base de balones largos y bombeados en busca de Adebayor, de los centrales y hasta de Casillas. Más épica que fútbol.
El Madrid fue la viva imagen del quiero y no puedo. Se despidió de la Liga en el momento menos imaginable. Cayó en las garras de un Sporting que se plantó de forma soberbia y se lo fue creyendo a medida que los rivales se mostraban impotentes. Y no fue un problema de actitud, de pensar más en el Tottenham, sino de fútbol. Sin la dirección de Xabi Alonso, el desborde de Cristiano y la salida por banda de Marcelo, el Madrid fue un equipo menor. También acusó la ausencia de Benzema, ya que esta vez Adebayor fue un delantero vulgar. Gigante pero sin 'punch' y sin alma. Ni siquiera el regreso de Higuaín dio vida a un Madrid lánguido, con graves problemas para fabricar juego en el centro del campo.
Jugada clave
El partido pudo cambiar a los dos minutos, en una acción muy polémica. Una falta muy pasada lanzada por Granero, el toque de Albiol desde el fondo y el remate a gol de Carvalho con la derecha. El asistente entendió que el central golpeó el balón cuando ya estaba fuera de la raya de meta. Cuestión de centímetros. Esa acción dejó a Canella con alguna costilla lastimada. El lateral se retiró en camilla y fue relevado por José Ángel.
Los asturianos supieron complicarle la vida al Madrid. Igual que lo hicieron en El Molinón, donde decidió un gol de Higuaín, y en el Camp Nou, donde cayeron por la mínima pese a jugar con varios suplentes y ser criticados por Mourinho. Se pertrecharon bien, supieron hacer faltas tácticas y jamás perdieron la concentración.
No cambiaba el panorama en la reanudación. El gol no llegaba y el luso agotó los cambios. Entraban Pepe, Canales e Higuaín. Defensa de tres. Todo o nada. Hasta que Sangoy pusiera patas arriba la Liga. Urdió una jugada por la izquierda que definió de las Cuevas de tiro raso junto al palo. Pepe acabó casi como delantero centro. Igual que Ramos. Balones voladores, recursos pobres. Se sucedieron las ocasiones en el tramo final pero el Sporting tenía su día. Sorpresón.