JULIO FERNÁNDEZ

Voy a referirme a este personaje empleando su nombre y su primer apellido, aunque se le conozca por el segundo. Bueno se le conoce por otras cosas, pero sobre todo, por lo alto y claro que habla, bueno al menos eso dice él, porque luego, en realidad, es el más embustero del planeta.

Su última falacia ha sido montar una rueda de prensa en Ceuta, su antiguo equipo, para desmentir los rumores que lo situaban en otro club. Con ese verbo fácil que le caracteriza aludió a un problema personal para justificar su marcha de la ciudad autónoma. El caso es que ya el pasado sábado durante la retransmisión del encuentro Celta-Recreativo de Huelva se hizo referencia al posible fichaje de Julio Fernández por el decano del fútbol español. A principios de esta semana saltaba a la luz pública la siguiente noticia: «El pacto está cerca, pero ni mucho menos hecho. La llegada de Julio Fernández al Recreativo de Huelva se resolverá pronto, pero en un periodo no menor a una semana o diez días. Las gestiones entre ambas partes ya se han intensificado al máximo, hasta tal punto que el próximo director deportivo albiazul estuvo ayer presente en la reunión que mantuvo el consejo de administración y expuso a los dirigentes albiazules qué Recreativo quiere hacer en las próximas dos temporadas». La noticia está reproducida literalmente con la única salvedad de que le he cambiado el apellido.

Lo malo es que este personaje estuvo un tiempo trabajando en el Cádiz. Reconozco que al principio me caía hasta bien porque llegó al submarino amarillo en las peores circunstancias, con el equipo recién descendido. Sin embargo su devenir por la entidad y sus vaivenes a la hora de hablar de Muñoz lo delatan. Si no lo conociera me hubiese dado esta pena la carita que tenía cuando montó el otro día el paripé en la rueda de prensa en Ceuta. Pero como lo conozco, de lo que me da pena es que gente de semejante calaña haya cobrado del Cádiz. Bueno, no sigo, que me pongo 'pe -ji-guero'.