ESPAÑA

El Supremo afirma que ETA «ha alentado y tutelado» el nacimiento de Sortu

El fallo afirma que la tregua y el partido son «fruto de una acción coordinada entre ETA y Batasuna» para estar en las próximas elecciones

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«ETA ha gestado, alentado y tutelado la estrategia de Batasuna de crear un nuevo partido así como su puesta en escena, incluido el rechazo formal de la violencia». La sentencia del Supremo que vetó la inscripción de Sortu en el registro de partidos del Ministerio del Interior insiste en que la propia declaración de alto el fuego «permanente y verificable» de la banda el pasado diez de enero y la presentación en sociedad poco después de Sortu son fruto de «una acción coordinada entre ETA y Batasuna para estar presentes en las elecciones del 22 de mayo».

El fallo de la Sala del 61, adelantado por el diario 'El Mundo' antes de que siquiera se notifique a las partes mañana, incide en que «Sortu ha sido gestada por ETA» y en que el partido bajo sospecha es «la concreción, una vez más, de una estrategia fraudulenta puesta en marcha, precisamente, desde la propia ETA en connivencia con la cúpula de Batasuna». «Estamos -abunda la resolución- ante una nueva manifestación de enmascaramiento o disfraz del complejo ETA/Batasuna para conseguir su real participación en la vida política». Sortu «pone de manifiesto, una vez más, que el complejo ETA/Batasuna está dispuesto permanentemente a utilizar el fraude de ley como instrumento para eludir la aplicación de la Ley de Partidos», remarca.

La sentencia de 217 páginas y de la que ha sido ponente el magistrado Carlos Lesmes recuerda que Sortu y sus estatutos en los que figura el expreso rechazo de la violencia de ETA siguen un «esquema meramente acomodaticio». «La banda terrorista está dispuesta a hacer especiales concesiones, autorizando incluso a Batasuna a que denuncie los propios atentados de ETA, de donde podemos deducir que la denuncia de la violencia por parte de Batasuna -podríamos decir lo mismo de aquellas organizaciones sobre las que se proyecta (como sería Sortu)- responde más a un esquema interesado según las circunstancias que de verdadera convicción».

El texto llega incluso a tachar de «engaño» esos estatutos con los que la izquierda abertzale sólo busca «alcanzar determinados objetivos políticos», en referencia a la vuelta a las instituciones. Por ello, concluyen los magistrados que la «condena a la violencia realizada en los estatutos» o por los promotores o representantes de Sortu tiene como único objetivo burlar la ilegalización de Batasuna. Para el Supremo, «nada impide» que personas que formaron parte de partidos ilegalizados puedan formar un nuevo partido. El problema es que, en el caso de Sortu, «no se ha producido una ruptura radical e irreversible de ETA ni, sobre todo, auténtica», apostilla la sentencia, que fue votada a favor por 9 de los 16 magistrados y que cuenta con un voto particular firmado por los otros siete jueces y que se hará público este viernes.

«Adecuar la lucha»

Según el Supremo, la organización terrorista ha supervisado la creación de Sortu. «La función de ETA es abrir el escenario político» y «tutelar los pasos que se van dando. Sin abandonar la lucha armada, se concede a sí misma la facultad de adecuar esta lucha armada, en cada momento, al nivel y progreso de la lucha popular». En esa línea, apunta el tribunal, ETA «adapta la presión de la violencia, según el plan manifestado en sus documentos, al marco que necesita para acceder a las instituciones». En ese punto, la sala se apoya en siete pruebas de cargo: cuatro documentos de ETA y tres de la ilegalizada Batasuna, que, sostiene el fallo, demuestran que la banda terrorista diseñó en 2009 una estrategia para volver a la vida política e institucional, una treta «que ha sido seguida por Batasuna».

De los cuatro textos de ETA, uno es muy relevante. Se titula 'Proceso democrático. Reflexión sobre la alternativa para la solución democrática del conflicto político y para el reconocimiento de Euskal Herria', fechado en agosto de 2009 y que fue aprehendido por las fuerzas de seguridad en abril de 2010 en el despacho de la abogada Arantza Zulueta, defensora de presos terroristas.

En ese documento, la banda reconoce sus «limitaciones para responder a la represión salvaje» y admite que está «en un empate infinito» con el Estado. Al mismo tiempo, asegura que «la Izquierda Abertzale, como consecuencia de su ilegalización, ha mostrado debilitada su capacidad de influir». Ante esta situación, ETA aboga por nueva estrategia que pasa por una «dirección política para levantar los topes del Estado». «Ésa es, y no otra, la gran tarea de la izquierda abertzale», concluyen los terroristas. Esa nueva apuesta, entiende el Supremo, sería Sortu.