Sociedad

«No hay que tener miedo a las tecnologías»

Tras participar en el diseño y desarrollo del iPad para 'The Sunday Times', el diseñador gaditano cuenta hoy su experiencia en la APC Rafael Höhr Infografista

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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En medio de un futuro incierto, en el que los medios de comunicación ven peligrar la existencia de sus cabeceras en papel y surgen cada día nuevas herramientas que permiten llegar de forma más directa y atractiva al usuario, un grupo de pioneros se estrujan el cerebro para intentar no quedarse a la cola en esta revolución de las tecnologías de la información. El mercado anglosajón fue el pionero en lanzar los medios on line y ahora lo son a la hora de adaptar sus productos a dispositivos móviles y tabletas. En España, solo un par de cabeceras se han apuntado al carro, que exige un desembolso económico y una inversión altísima.

El gaditano Rafael Höhr es uno de estos visionarios, uno de estos primeros profesionales que están devanándose los sesos en desarrollar diseños y contenidos para la reina de las tabletas, el iPad de Apple. Él lo ha hecho de la mano de una de las cabeceras más importantes del mundo, la inglesa 'The Sunday Times', que lanzó el pasado mes de noviembre una publicación para este dispositivo que cada vez tiene más adeptos en todo el mundo. Ahora viene a contar su aventura a su tierra. Será esta tarde en la sede de la Asociación de la Prensa. A algunos lo que relate les sonará a ciencia ficción.

En su caso, fueron seis meses de trabajo en un escenario desconocido, donde tan sólo existían unas primeras experiencias en el mercado anglosajón. «Ante esta nueva realidad, no se puede seguir trabajando como antes». Según este infografista, «el usuario de iPad demanda una mayor calidad y algo adecuado a este nuevo soporte», que permite disfrutar de imágenes en altísima resolución y vídeos con más calidad que lo que permite una edición digital. Además, sin levantarse del sillón.

Lo primero, cuenta Höhr, fue «crear un código de lectura», enseñar al usuario cómo se interactúa con la publicación. El reto: crear unos estándares, ya que, hasta el momento, cada medio había usado los suyos propios. Se trata de «educar». El iPad permite arrastrar imágenes con la mano, ampliar, en definitiva jugar con lo que se te ofrece, dialogar.

El 'The Sunday Times' para tableta no se actualiza tanto como la web, sólo una vez a la semana, como su hermana en papel. La diferencia en los contenidos no se aprecia tantos en los textos como en el material audiovisual. Como ejemplo de la importancia que la empresa está dando a esta aventura, «primero se cierra la edición para iPad y luego la impresa».

En opinión del gaditano, las empresas informativas están «desorientadas y preocupadas». Con las ediciones digitales no se terminó de imponer una vía de negocio, pero en este caso se atisba una, asegura Höhr. Eso sí, cualquier medio no puede permitirse una inversión en tecnología de este nivel. Solo las grandes cabeceras están jugando en esta liga. Así, Höhr destaca como ejemplos bien hechos, las versiones para iPad de 'The New Yorker', 'Sports Illustrated' o 'The Washington Post'. «Las revistas ofrecen más posibilidades».

En cuanto a las cabeceras regionales, estas tienen un handicap. «El tema está en la cantidad de dispositivos que haya en una zona». Eso es lo que da sentido a este modelo de negocio. En el caso de Cádiz, apunta, podría hacerse una experiencia adaptada a móviles tipo iPhone, los cuales están mucho más extendidos entre la ciudadanía.

En cuanto a si habría que cobrar o no por estos nuevos y modernos productos, el infografista reconoce que en Estados Unidos e Inglaterra el usuario está más acostumbrado a pagar, no como en España, donde la experiencia de elpais.com en sus inicios lo acredita. Pero todo habrá que verlo.

A pesar de todo, lo realmente importante, asegura Rafael Höhr, es «no tener miedo a la tecnología». Se trata de la evolución natural de la sociedad y de los recursos y herramientas tecnológicos a nuestro servicio. «En definitiva, no operamos a corazón abierto». Con las tabletas, el usuario se habitúa muy rápido a interactuar con las manos. Además, «para los niños es genial, aprenden a gran velocidad». El gaditano asegura que «algo está cambiando» y hay que ser inteligentes y adaptarse, no aferrarse a modelos desfasados.