La justicia hace un favor al fútbol español
La magistrada reconoce que la huelga convocada por la LFP hubiera provocado «numerosos perjuicios a terceros ajenos al proceso» Da la razón a los clubes 'rebeldes' y permite la celebración de la jornada de Liga de este fin de semana
MADRID. Actualizado: GuardarUna resolución de justicia permitirá que haya fútbol este fin de semana y que el final del campeonato de Liga no se retrase del 22 de mayo al 12 de junio. Tal y como estaba anunciado, la titular del Juzgado de Primera Instancia número 63 de Madrid, Purificación Pujol, dio ayer la razón a los seis clubes que demandaron a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y suspendió la huelga convocada por la patronal, que pretendía, según reconoció en su auto la magistrada, «impedir el cumplimiento del calendario oficial pacíficamente establecido».
La juez confirmó la disputa de la próxima jornada en Primera y Segunda y evitó así un grave problema al fútbol español y un descrédito mayor de la LFP, que el día anterior ya había pactado con el Gobierno reconsiderar su postura y dar marcha atrás en su amenaza de cierre empresarial. No fue necesaria una asamblea de urgencia de la Liga, porque los tribunales aceptaron la solicitud de Athletic, Espanyol, Real Sociedad, Sevilla, Villarreal y Zaragoza. Un parón a estas alturas de la competición en un calendario tan comprimido «acarrearía numerosos perjuicios sobre todo a terceros ajenos al presente proceso», según se admitió en el pronunciamiento judicial.
«El gran triunfador es el fútbol. Si hubiera habido huelga hubiese sido una puñalada fuerte para el fútbol», sentenció tras conocer la sentencia el consejero delegado del Villarreal, José Manuel Llaneza, mientras el presidente del Athletic, Fernando García Macua, acusó a la patronal de «reclamar a las bravas un cambio legislativo -referente al partido en abierto- en un período de tiempo cortísimo». La juez coincidió en que la Liga pretendía que «una situación jurídica y práctica concreta, pacífica y aceptada por todos», fuese «bruscamente alterada» por la decisión de la asamblea de la LFP que acordó un paro el pasado 11 de febrero. La magistrada admitió que si hubiese desestimado la medida cautelar solicitada por los 'rebeldes' se habría «alterado el calendario oficial» y ello hubiera provocado «un cambio drástico y repentino».
«Agravios comparativos»
Con la LFP dividida y numerosas entidades contrarias a la medida de presión adoptada en la asamblea del 11-F -entre ellas, Real Madrid y Barcelona-, el organismo presidido por José Luis Astiazarán dijo acatar la resolución judicial y no tardó en fijar los horarios para la inmediata jornada, pero insistió en que «todos» los clubes profesionales «mantienen las reivindicaciones expresadas al Gobierno y al Consejo Superior de Deportes (CSD)», la principal de ellas, la supresión de la obligatoriedad del partido en abierto, aunque también alcanza al dinero de las quinielas y de las apuestas deportivas 'online'. La LFP, sin ocultar «las discrepancias internas», también denunció «la actitud no dialogante de la Administración» y anunció que «a partir de ahora se establecerá una nueva hoja de ruta en la búsqueda de soluciones a los agravios comparativos que sufre el fútbol respecto a otros sectores de la economía».
«Ahora debemos trabajar por la reestructuración del fútbol español y acometer esa reorganización sobre bases de sentido común, racionalidad y transparencia», apuntó el presidente del Athletic tras una reunión de los clubes disidentes, ya prevista después de que la pasada semana decidiesen impugnar la polémica asamblea que ha vuelto a destapar, con el reparto de los futuros derechos televisivos de fondo, la existencia de dos frentes en el seno de la LFP. «Nos vimos obligados a tomar esa iniciativa», justificó Macua, quien reconoció que situaciones como las vividas durante estos días «no benefician al espectador ni a los clubes». «No era el momento de plantearlo», puntualizó, mientras el presidente de la patronal, que hace tres meses rechazó la huelga de la AFE por falta de fechas, insistió en sus quejas al Gobierno, «porque no ha habido voluntad de avanzar en ninguna de las reivindicaciones de la Liga». El Gobierno ya ha dejado muy claro a la LFP que «el partido en abierto no se toca».