«No me sale ser una diva, aunque lo intente»

Ha llegado el día. La fecha más importante para Mercedes Trujillo en su calendario de trabajo. Un placer, un sueño, es lo que le toca realizar esta noche en el Falla. La cantautora Merche (Cádiz, 1974) vuelve a su tierra, ante su público, para presentar el disco más personal de su exitosa carrera. 'Acordes de mi diario' marca el compás de la actualidad de esta chica normal y estrella musical que aspira a mantenerse sobre los escenarios hasta que se le caigan los dientes de viejecita. Chasc, chasc, el castañeteo de su boca es, hoy, de nervios pero, sobre todo, «de muchísima ilusión».

-De toda su gira de conciertos, el de Cádiz es el que siempre le hace más ilusión. ¿Nerviosa?

-Más que nerviosa, estoy muy ilusionada. Ya con mi anterior disco tuve la oportunidad de ofrecer dos conciertos en el Falla, pero en esta ocasión es igual de especial. ¡Yo me he criado aquí, entre La Viña y el Mentidero! Es importantísimo para mí actuar ante mi gente.

-El Falla siempre fue su sueño. Ahora que ya lo ha cumplido en varias ocasiones, y con sobrado éxito, ¿qué espera de su carrera profesional?

-Cuando preparamos esta gira de teatros nos planteamos que lo más importante era aportar otras cosas. Son actuaciones más íntimas y profundas. Es otra manera de ofrecerme al público y me está dando muchísimas satisfacciones. No creo que pueda pedir mucho más, estar hoy con mi gente y con este disco es otro sueño.

-Ha conseguido varios e importantes premios a lo largo de su trayectoria, entiéndase en cifras de ventas ¿aspira a algún otro?

-Llevarme toda mi vida en esto, disfruto muchísimo con mi profesión. Componer es mi lenguaje, si encima hago disfrutar al público, es un privilegio. Quiero dedicarme a esto, como siempre digo, hasta que se me caigan los dientes.

-Fíjese que es difícil mantenerse en el mundo de la música...

-Son diez años ya y cinco discos, pero creo que me queda todavía mucho por delante. Desde el primer momento tuve el apoyo del público y eso que coincidió con el primer OT. El público es mi principal baza, es cierto que es muy complicado estar en este mundo, pero con esfuerzo y con un mensaje que transmitir, todo es posible. Fuese o no cantante, seguiría componiendo, es lo que me ayuda a analizarme y a conocerme y me da la oportunidad de enganchar con el público.

-No empezó a despuntar muy joven precisamente, otros ya hubieran tirado la toalla...

-Yo lo intentaba, hacía maquetas caseras, me fui a Madrid... En Cádiz no había industria discográfica y se me cerraban todas las puertas. Con la orquesta me quitaba la espinita y fue gracias a ella como 'me descubrieron' y firmé con Vale Music (hoy Universal). Todo fue muy lento, pero nunca perdí la ilusión.

-Todo un ejemplo para los impacientes.

-No creo que sea un ejemplo, pero sí es cierto que puedo transmitir la idea de que si te preparas y tiene un proyecto en condiciones, los sueños acaban cumpliéndose. Por muy lejos que se vean, si sabes aprovechar el momento, todo llega.

-Es una pregunta muy recurrente, pero es verdad que Merche es una chica muy normal, por más teatros que llene o por más discos que venda. ¿Es la cercanía el secreto de su éxito?

-La verdad es que no lo sé. No sé si ha influido para que la gente me siga más, pero es que no puedo actuar de otra forma. La música es mi sueño, pero también mi profesión, es como otro trabajo cualquiera. Lo veo todo tan normal que no puedo ser de otra manera.

-Describa una escena de la Merche normal, no de la que está sobre el escenario.

-A Merche le gusta estar en su casa, en su jardín, con sus perritos. Nunca me han gustado mucho las discotecas y ahora tampoco. Soy una mujer normal que le encanta ir al súper y tomarse un café con su gente. Las excentricidades y el divismo no van conmigo, aunque lo intente a veces, no me sale. Y si me saliera, mi madre no me dejaría. Me tiraría de las orejas, quiero ser siempre la misma.

-Pues 'Acordes de mi diario' suena diferente. Para la crítica ha sido una grata sorpresa, ¿ha marcado un antes y un después en la carrera de Merche?

-No creo, pero sí en mi carrera como compositora. Necesitaba tiempo y calmarme, con las otras giras había viajado mucho y necesitaba recuperar mi vida. Aproveché ese tiempo para incluir en este disco todas las inquietudes que había ido dejando atrás. Me siento muy identificada con este trabajo, y no solo por ser el último, sino porque es muy yo. Es una apuesta fundamental en mi carrera, quería ofrecer cosas distintas y confié en que el público se enganchara con los nuevos sonidos. Nada más pensar en cantar en el Falla estos temas andaluces, mezclados con el soul y el jazz, se me ponen los vellos de punta.

-Hay un componente biográfico en las canciones de los artistas. En su último disco hay una que se titula 'Comerse el mundo'. ¿Por qué abandonaría esta declaración de intenciones?

-Por nada. Creo que es una actitud positiva que deberíamos tener todos. Nunca cambiaré esa filosofía, hay que intentar ser felices, para eso estamos aquí.

-Hay otra que se llama 'Todo no es rosa'. El mundo de Merche, ¿de qué color es?

-Tiene unos cuantos colores. Es rosa cuando siento el aplauso del público. Pero, yo también tengo mis miserias, mis problemas y mis sufrimientos, como todos. Es cierto que nunca llego al negro, que intento sacar siempre la sonrisa, pero el gris sí lo siento muchas veces.