DUQUESA
Actualizado: GuardarTengo delante el libro de Manuel Vicent titulado 'Aguirre, el magnífico'. El mismo que ha hecho exclamar a la duquesa de Alba: «¡Menudo pájaro!», en referencia, supongo, a Vicent, no a Aguirre, su segundo marido. Todavía no he tenido tiempo de leerlo. Acabo de comprarlo. Pero una hojeada rápida me ha servido para concluir dos cosas. Una, que el libro promete por sincero y disparatado. Y dos, que éste no es precisamente el regalo (a menos que estemos hablando de un regalo envenenado) que hubiera deseado recibir Cayetana ayer, lunes, con motivo de su cumpleaños. 85 primaveras ha cumplido la duquesa. A esa edad, muchos tienen concentradas todas sus energías en la partida diaria de tute. Ella, sin embargo, las tiene en un hombre como unos 25 años más joven con el que cuarquier día huirá de palacio y se casará en una boda semiclandestina. Alguien con el sentido del libre albedrío y del humor (casarse por tercera vez pasados los 80 requiere muchísimo humor) como Cayetana debería encajar la crítica y la caricatura (una forma peculiar de apología) con deportividad sajona. Pero a Fitz James Stuart le sale a menudo la vena Gurtubay y gasta un carácter explosivo (lo dice Vicent en su libro y lo puede acreditar más de un 'paparazzi') que arrasa con todo lo que se le ponga delante.
Ahora está encendida con esa semblanza valleinclanesca (y quizá oportunista, no sé) que hace Vicent del exjesuita Aguirre, el último duque de Alba consorte y con suerte, el hombre al que más ha querido la duquesa. Lo ha dicho ella misma, aún a riesgo de que su novio actual pueda sentirse ofendido y montarle una escena de celos. Pero le conoce bien. A Alfonso (faltaría más) le ha parecido estupendo. Y ahora si me disculpan les dejo y voy a hincarle el diente a esa apócrifa biografía que comienza con un encuentro de Vicent y Aguirre, en el que el escritor le pregunta al duque: «Jesús, ¿puedo tocarte para comprobar si eres mortal?». Y el duque le responde: «Querido, a ti te dejo que me toques incluso las tetillas».