La puerta de la vivienda donde se produjo el crimen, precintada por la Policía. :: ANTONIO VÁZQUEZ
Ciudadanos

El detenido por la muerte de su tía declara ante el juez

Agustín comenzó muy joven y desde entonces las entradas y salidas de la cárcel han sido continuas aunque nunca había llegado tan lejos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El joven de 31 años detenido por ser el presunto autor de la muerte de su tía, de 45, en su domicilio de la capital gaditana ha sido conducido por la Policía Nacional ante el juez que instruye el caso, ante quien presta declaración sobre los hechos.

La muerte de Sofía presuntamente a manos de su sobrino, toxicómano y con un amplio historial delictivo, ofrece la posibilidad de un análisis más allá de las consecuencias legales que deberá asumir el único sospechoso por el homicidio del pasado domingo en la Barriada de La Paz de Cádiz. Una vez más se ponen encima de la mesa las mismas preguntas: ¿es posible la reinserción en determinados delincuentes?, ¿Es efectivo el actual sistema penitenciario en todos los supuestos?

En el caso de Agustín P. S. la respuesta parece obvia si se atiende a sus antecedentes. Cuando fue arrestado el domingo junto al hotel Playa Victoria, a este delincuente le antecedían otras 30 detenciones más. Su carrera delictiva comenzó a edad temprana, cuando aún no había alcanzado la mayoría de edad, según fuentes policiales. Solo pronunciar sus dos apellidos es suficiente para que cualquier policía que trabaja a pie de calle en la capital lo identifique de inmediato.

El entorno donde creció este hombre de 31 años tampoco favorecía una vida estructurada. La saga de delincuentes a la que pertenece la encabezan cuatro hermanos, primos suyos. En estos momentos todos ellos están en la cárcel aunque han llegado a convivir juntos en el piso de la calle Barbate donde la tía de ellos apareció muerta el domingo. Si se suman los antecedentes de los cinco se supera la cifra de 200 arrestos. Paradójicamente, la fallecida, según las mismas fuentes, estaba fuera de ese mundo y hacía una vida normal.

Entre algunos de los episodios protagonizados por este clan de delincuentes está la brutal agresión con un adoquín que sufrió un indigente en la calle Tolosa Latour hace unos años. Uno de los cuatro hermanos le golpeó para robarle.

El regreso de la heroína

Al igual que sus primos, Agustín ha pasado los últimos años entrando y saliendo de prisión. La mayoría de las veces por robos con violencia. No estaba especializado en ninguna fechoría en particular ni tenía un mismo modus operandi. Forzar la cerradura de un coche o atracar a punta de navaja son solo algunos de los ejemplos de su amplio historial. Sin embargo, en ningún caso había llegado tan lejos como el domingo, cuando presuntamente golpeó a su tía durante una discusión en casa. Todo apunta a que un fuerte síndrome de abstinencia puede ser la causa de que entrara en su casa enloquecido, según relató su madre.

Las mismas fuentes consultadas reconocieron que lo ocurrido el domingo recuerda a la época de los 80. Desde hace meses se viene alertando del repunte en el consumo de la heroína que se había disparado en esos años y después cayó en el olvido.

Los agentes interrogaron ayer a Agustín P. S. después de que pasara su primera noche en los calabozos de la Comisaría. En un primer momento se esperaba que lo pusieran ayer a disposición del juzgado nº 3 de Instrucción. Sin embargo, no será hasta hoy cuando sea conducido al edificio de San José.