ALEXANDER KHUDOTEPLY/AFP
fotoenfoque

Los hijos de Chernóbil

Desolación en Donetsk

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

¿Qué palabras pueden describir esa mirada temerosa y triste, que llora sin lágrimas y busca respuestas sin articular palabra? El niño de la fotografía padece leucemia y, como muchos de sus compañeros, pasea por el hospital con mascarilla. El centro oncológico de la ciudad ucraniana de Donetsk se ha convertido con los años en el testimonio más dramático de la tragedia de Chernóbil, el accidente nuclear más grande de la historia. En sus habitaciones viven los hijos malditos del desastre, esos que nacen con cáncer, con malformaciones y mutilaciones o con seis dedos en lugar de cinco.

Hablar de Chernóbil es mencionar a la bicha, y Fukushima se ha encargado de ello. Los escapes radiactivos de la central japonesa se van sucediendo día a día. En Chernóbil el reactor 4 explotó de repente aquel 26 de abril de 1986. Han pasado 25 años desde que se produjo el accidente que asoló gran parte de Ucrania, Rusia y Bielorrusia, en tiempos de la antigua Unión Soviética. Y las consecuencias no cesan.