«Ni la reforma laboral ni el plan de ajuste han dado resultados»

Cándido Méndez, líder de UGT, se muestra muy crítico con la acción del Gobierno, porque cree que la reforma laboral y los ajustes están lastrando el crecimiento económico y no han servido para tranquilizar a los mercados. El sindicalista se declara convencido de que habrá un acuerdo en la negociación colectiva y atribuye al presidente de CEOE la condición de interlocutor «fiable y digno de confianza».

-¿En qué punto se encuentra a día de hoy la negociación colectiva?

-Estamos discutiendo lo que teníamos comprometido y no quiero poner fecha, pero creo que tendrá un desenlace positivo.

-Joan Rosell lleva solo tres meses al frente de la patronal y han salido adelante el acuerdo de pensiones y seguramente el de negociación colectiva. ¿Se nota el cambio de liderazgo en la CEOE?

-Para mí, Joan Rosell es un interlocutor fiable, claro y digno de confianza. Eso no significa que estemos abocados a cerrar un acuerdo y si algo lo impidiera, no creo que cambiase mis calificativos.

-¿Hubiesen sido posibles estos entendimientos con Díaz Ferrán?

-El papel que jugó el señor Díaz Ferrán con la reforma laboral me lleva a poner en tela de juicio ese posible entendimiento. Le ayudó el Gobierno, al pensar que podría calmar los ataques de los mercados financieros, pero de nada le sirvió. Se juntaron el hambre y las ganas de comer en forma de recortar derechos que tenía el señor Díaz Ferrán.

-Instituciones y dirigentes políticos (Angela Merkel entre ellos) instan a vincular la evolución de los salarios a la productividad.

-Yo no voy a criticar a Merkel, sino a las instituciones de este país que plantean cosas desconociendo la realidad. España tiene una situación de inflación endémicamente alta y corremos un riesgo de sufrir un crecimiento económico muy débil con fuertes subidas de precios. Hay que combatir la inflación, que perjudica más a los que menos rentas tienen (parados, pensionistas). La productividad ya se contempla en el modelo de determinación de salarios. No necesitamos incorporarla, ya se tiene en cuenta.

-¿A qué se debe la insistencia con que defiende esa postura el Banco de España?

-Sigue en su posición de hacer las cosas tarde y mal, mientras da consejos al resto. Debería haber acometido una reforma de las entidades financieras a tiempo, y además lo ha hecho mal. Tiene que predicar con el ejemplo y dejar de hacer sugerencias a los demás.

-Unas cuantas cajas de ahorro atraviesan un momento delicado. ¿Qué consecuencias puede tener su reconversión?

-Esta reforma tendría que haberse abordado hace dos años, cuando se decía que el sistema era solvente y no necesitaba ayudas. Ahora se ha alterado la naturaleza jurídica de las cajas y eso tendrá consecuencias muy serias. Se está perdiendo empleo de calidad por el cierre de oficinas y va a disminuir la obra social, porque parte de los excedentes tendrán que ir a retribuir a los accionistas. Y una de las consecuencias más graves será el aumento de la exclusión financiera, ya que las cajas han jugado un papel en España de irradiación del crédito a muchos sectores de la población y pequeñas empresas. La accesibilidad de la financiación es tan importante como el precio. El crédito accesible no se va a repetir.

Exigencias de Bruselas

-¿Cómo ha conseguido Alemania salir de la crisis? Nosotros llegamos a tener una tasa de paro inferior a la suya y en apenas tres años la hemos duplicado.

-Alemania ha conservado el empleo porque el 'milagro chino' ha hecho posible un fuerte crecimiento de sus exportaciones. Otro factor es el tamaño medio de las empresas germanas, que es mucho mayor y permite ganancias de productividad. Nuestras grandes empresas aplican mecanismos similares a los del modelo alemán, como los expedientes de reducción de jornada. Donde no está la clave de bóveda es en los salarios, que siguen siendo una gran ventaja competitiva de las empresas españolas.

-¿Podría haber desatendido el Gobierno español las exigencias de Bruselas?

-El Gobierno debería haber hecho algo muy distinto. Ni la reforma laboral ni el plan de ajuste han dado resultados. El ajuste ha frenado el crecimiento económico y somos el país europeo que está en la cola de Europa. La reforma laboral no ha dado resultado y el efecto terapéutico que iba a tener en forma de mejorar nuestra situación respecto a los mercados financieros no se ha producido. España tiene puntos fuertes que el Gobierno no ha sabido poner en valor.

-A la vista de los contenidos del Pacto del Euro, ¿qué opinión le merecen la atención que dedica al empleo y las medidas que sugiere para combatir el paro?

-El Pacto del Euro no contiene medidas que puedan ayudar efectivamente al crecimiento económico y a la creación de empleo, que es el principal problema de Europa, con más de 23 millones de parados. Los nuevos ajustes presupuestarios van a ser una losa muy pesada que va a debilitar las posibilidades de recuperación de la economía y va a provocar un aumento del desempleo y de las desigualdades. También puede acarrear una ruptura en la Unión Europea en dos bloques, uno minoritario, de países que vayan relativamente mejor, y otro en un plano secundario, en el que estaría España, de países que seguirían alejados de la recuperación y con niveles de desempleo muy altos. Desde el respeto al Tratado de la Unión y a las competencias de la UE, hay alternativas para hacer una política distinta que apueste por el empleo, la recuperación económica y rompa con el 'círculo infernal' de imponer planes de ajuste que los mercados financieros finalmente penalizan porque saben que debilitan el crecimiento económico y por tanto reducen la solvencia internacional del país.

-¿Le ha decepcionado la gestión económica y laboral de Zapatero ante la crisis?

-Solo ha habido un paréntesis de entendimiento, el del Acuerdo Social y Económico, con el que pudimos corregir de una manera radical el enfoque y el contenido del sistema de pensiones.

-¿Cree que se presentará el presidente del Gobierno a las elecciones como aspirante a un tercer mandato?

-No lo sé. A mí solo me preocupa saber cómo vamos a salir de la crisis.