Brasil clama contra el racismo en el fútbol europeo

Los jugadores de la selección brasileña condenaron públicamente cualquier acto racista en el fútbol, después de su victoria frente a Escocia (2-0) en el Emirates Stadium de Londres, en un partido amistoso durante el cual Lucas Leiva retiró del césped un plátano arrojado desde la grada al goleador Neymar. Muchos de los futbolistas brasileños admitieron no haber visto el incidente desde su posición, pero coincidieron en lamentar que se sigan cometiendo comportamientos racistas en los estadios, a menudo reproduciendo sonidos simiescos o arrojando fruta, como ataque a los jugadores negros o mestizos.

Lucas Leiva denunció el hecho al abandonar el terreno de jugo en el minuto 86. «El racismo en el mundo que estamos viviendo hoy no debe tener espacio. Es en Europa, que dice ser el primer mundo, donde más pasan estas cosas. En la actualidad, el color y la raza no quieren decir nada. Solo queremos que haya respeto», lamentó el centrocampista del Liverpool inglés. El delantero Neymar, protagonista absoluto del día como autor de los dos goles y abucheado a menudo por los hinchas escoceses, también se refirió a la polémica, pero no quiso ser muy elocuente «para no dar protagonismo» a quien lanzó la banana.

Uno de los veteranos del equipo, el portero Julio César, también se refirió al incidente, aunque admitió que se lo habían contado y que no lo había visto directamente. «No he visto nada desde mi posición. Estaba muy lejos. Lo único que puedo decir por tanto es que cualquier acto racista es lamentable y que hay que intentar que no haya más», declaró.

Un portavoz de la 'Tartan Army', la hinchada escocesa, apuntó que el motivo de una actitud especialmente hostil hacia Neymar fue que los aficionados consideraban que estaba exagerando el daño que le causaban los defensas en sus faltas. «El racismo no tiene lugar en el 'Tartan Army' y si existiera, sería erradicado automáticamente porque nos vigilamos a nosotros mismos», dijo Hamish Husband.