Rajoy acusa al PSOE de «burlarse» de los españoles con el debate sucesorio
Opina que las nuevas medidas económicas presentadas por Zapatero generarán «más paro y más recortes sociales»
TOLEDO. Actualizado: GuardarMariano Rajoy se pronunció ayer por primera vez sobre el debate sucesorio abierto en el PSOE, un asunto del que había pasado de puntillas en sus últimas comparecencias ante los medios de comunicación. «Cuento y burla a los españoles»; así definió el líder del PP la discusión de los barones socialistas sobre si debe o no repetir José Luis Rodríguez Zapatero como cabeza de cartel en 2012 y, sobre todo, cuándo debería hacer pública tal decisión. Rajoy, durante la clausura de la convención municipal que el PP ha celebrado en Toledo, expresó su malestar porque, a su juicio, el partido que sustenta al Gobierno se pierde en vericuetos estériles sin entrar en lo que es el quid de la cuestión. «El debate debe ser sobre el cambio del Gobierno y sus políticas, no sobre un cambio de caras», apostilló.
Había expectación por conocer sí el jefe de filas de los populares trufaría su discurso de alusiones directas a la necesidad de lograr una victoria tan meridiana en las elecciones autonómicas y municipales como para que Zapatero se viera obligado a adelantar las elecciones generales, tal y como reclamaron el viernes en este mismo cónclave importantes dirigentes de la formación de centro-derecha como María Dolores de Cospedal, Javier Arenas o Pío García Escudero. Rajoy fue menos sutil, pero 'coló' de rondón en su discurso varias alusiones a esta estrategia popular de convertir el 22-M en un plebiscito sobre las políticas socialistas. A la hora de presentar a la candidata popular a la Alcaldía de Toledo, Paloma Barredo, mostró su convencimiento de que ganaría «al candidato socialista y a José Luis Rodríguez Zapatero, que es el que apoya al actual alcalde».
La batalla por este convertir los próximos comicios en la antesala de la llegada de Rajoy a la Moncloa queda, de momento, en manos de los lugartenientes. María Dolores de Cospedal, en una intervención previa a la de su jefe de filas, comento lo siguiente: «Dice Pepiño Blanco que Rajoy no se presenta a las municipales, pero nosotros sabemos que España necesita un nuevo alcalde, un alcalde de alcaldes y ese es Rajoy». El todavía jefe de la oposición se centró, una vez más, en la economía. Dejó claro su escepticismo a la hora de valorar las nuevas iniciativas que José Luis Rodríguez Zapatero presentó el viernes a sus socios comunitarios en Bruselas -y ayer en la Moncloa a 40 de los principales empresarios españoles-.
Rajoy solo ve en este anuncio el «enésimo plan de medidas económicas» y auguró que provocará los mismos efectos que los anteriores: «más paro, más problemas a los españoles, menos pensiones, más recortes sociales y más dificultades para crear empresas, bienestar y riqueza».
En esta ocasión no las llamó «ocurrencias», pero las redujo a meros «anuncios». Y lo más grave, abundó, es que algunas de estas medidas «las rectificarán pasado mañana, otras no se llevarán a cabo nunca y otras es mejor que no se pongan en marcha porque solo servirían para empeorar las cosas», remachó.
La cercanía de las citas con las urnas parece que está animando al máximo dirigente popular a concretar algunas de sus propuestas o promesas. Dentro de este último capítulo, se comprometió a que sus gobiernos lograrían rebajar la actual tasa de desempleo -situada alrededor del 21%- en «menos del 10%», como ya hiciera José María Aznar en su etapa como presidente. Una tarea en la que involucrará a todas las administraciones, empezando por los alcaldes.
Adelantó, asimismo, que el PP presentará mañana «un proyecto de ley completo, como han hecho en otros países de Europa, para resolver los problemas de los emprendedores». Apenas aportó detalles sobre esta iniciativa parlamentaria.
«Vosotros me dais mucha moral», afirmó Rajoy mirando a los candidatos municipales del PP presentes en Toledo. Hablar de euforia contenida puede ser una interpretación huraña, sobre todo si Rajoy se desmarca con frases como esta: «El 23 de mayo pocos de vosotros estaréis en la oposición».