Un mundo separa a Vettel del resto
Alonso parte desde la quinta plaza y apuesta por un fallo de fiabilidad de sus rivales para salvar la carrera El vigente campeón marca la 'pole' con siete décimas sobre el segundo
Actualizado: GuardarHabría que remontarse muy atrás en el tiempo para recordar una 'pole position' tan clara como la que marcó Sebastian Vettel en la clasificación del Gran Premio de Australia. El piloto alemán paró el cronómetro con su Red Bull RB7 en 1:23.529, y dejó a más de siete décimas al segundo, el británico Lewis Hamilton, que confirmó lo que dejó ver el viernes: los monoplazas de McLaren han vuelto, si es que en algún momento se habían ido.
Ni siquiera Mark Webber, que miraba asombrado el monoplaza de su compañero nada más bajarse del suyo, pudo poner en apuros al campeón del mundo de 2010. El australiano, que afirmó que había tenido un golpe en su neumático delantero izquierdo, tratará de evitar que hoy su máximo rival comience su defensa del título con una victoria. Por el rendimiento mostrado este fin de semana, parece que es el único que puede alcanzarle.
Fernando Alonso, sin embargo, está profundamente decepcionado. No con su propio rendimiento, que en parte también, sino con el de su Ferrari. Ni él ni nadie dentro del box del 'Cavallino Rampante' se explican qué ha cambiado. Por qué no son capaces siquiera de acercarse al ritmo de los McLaren y, sobre todo, de los Red Bull. Los neumáticos no funcionan, ni los duros ni los blandos. En la Q1 se vio obligado a sacar el juego de gomas con letras amarillas (blandas) para no caer eliminado, para sorpresa de propios y extraños. Mientras, Vettel se paseaba con duros, sin apenas forzar, y con el 'kers' apagado. Y no es una cuestión únicamente del español. Su compañero, Felipe Massa, entró con mucha suerte en la Q2, pero siempre muy lejos de Alonso, y saldrá en la octava plaza.
El enfado del español no es tanto por la posición, sino por la forma de lograrla, y él mismo lo admitía en los micrófonos de La Sexta: «En la Q3, con los neumáticos desgastados, solo pudimos dar una vuelta. Estoy contento con el resultado, pero por cómo se ha conseguido, no tanto». A partir de ahí, fue siempre renqueante y con problemas para llevar al límite su F150 Italia.
Lejos del líder
Ni el 'DRS', ni el 'kers', ni las mil diabluras técnicas del coche rojo pueden, a día de hoy, alcanzar a los de las marcas de bebida. «Hay que recordar que ni McLaren ni Red Bull han dado tandas largas de más de 10 o 12 vueltas con estos neumáticos, y mañana tendrán que dar 50 con ellas. Igual alguien de los que van por delante no consigue terminar la carrera», se aferra el asturiano.
Toro Rosso logró, por primera vez desde 2009, alcanzar la Q3, pero no fue Jaime Alguersuari, que saldrá duodécimo, sino Sebastian Buemi. El suizo, pese a partir solo dos puestos por delante, consiguió superar la barrera psicológica de la Q2 y dejar a su compañero esperando en el box durante los últimos diez minutos del día. No obstante, el piloto catalán se mostró autocrítico. Recordó que fue un error suyo y que la labor del equipo, si no hay ningún accidente o problema, puede verse gratamente premiada con los primeros puntos de 2011.
Mucho peor es la situación de la escudería Hispania Racing. Consiguieron una victoria pírrica: sacar a sus dos coches a pista, pero solo sirvió para ver, de manera pública, las dificultades que están pasando.
El monoplaza de Vitantonio Liuzzi se quedó parado durante los terceros libres, tras perder comunicación con el box, y, aunque luego salió en la clasificación, marcó el penúltimo tiempo, superando solo a su propio compañero, Narain Karthikeyan. La temida norma del 107% les impide partir hoy, después de que la FIA confirmase mediante un comunicado que no podía perdonarles.
Será la primera vez, en su poco más de un año de vida, que ninguno de los dos monoplazas españoles salga a pista. La ilusión que se había desatado en la pretemporada con el equipo español se está desinflando a velocidades alarmantes. Que los coches lleven un alerón delantero del año pasado, porque el de esta temporada no ha pasado los 'crash test' de la FIA, deja clara la actual situación del equipo que preside José Ramón Carabante.