«FIASCO» EN TODA REGLA

Un «fiasco». Así califican los hosteleros de Cádiz la subvención anunciada por la Junta de Andalucía de cara al Doce. Se darán ayudas para arreglar las terrazas, las cocinas, hasta los uniformes de los empleados... se prometió. Se anunció a bombo y platillo. Cádiz tiene que lucir sus mejores galas. Vendrán miles de visitantes y es importante dar buena impresión. Se ayudará a todo aquel que lo necesite. Nos la jugamos. Esa era la idea.

Bueno, pues nos la vamos a jugar. Y probablemente vamos a perder. Al menos en lo que a imagen se refiere. Porque los bares cutres de Cádiz, que los hay y en pleno centro -en San Juan de Dios, en la Viña, en Santa María o en el Mentidero-, seguirán igual de cutres. Y los alcaldes, los ministros y hasta los presidentes de unos cuantos países de Iberoamérica, lo van a poder comprobar con sus propios ojos. No lo dirán. Dirán que todo es muy bonito. «La Caleta es bonita, el Falla es bonito y 'to' es 'mu' bonito, San Antonio es bonito, el Carranza es bonito y 'to' es 'mu' bonito, y la calle Sagasta, que bonita que es», que cantaba el cuarteto de Rota.

Pero cuando vuelvan a sus países sí dirán que, además, en Cádiz hay bares y restaurantes que no están a la altura. No todos, pero sí unos cuantos. Y todo porque de los 117 establecimientos que solicitaron la ayuda prometida -incluyendo los de San Fernando-, solo se le ha concedido a siete. ¡A siete! ¿Qué ha fallado? Según los afectados, el exceso de burocracia, los requisitos desmedidos para ser uno de los agraciados. Bien está que no se den ayudas indiscriminadamente, bastante hemos tenido con los ERE falsos, pero tan bajo porcentaje hace pensar que no había intención real de ayudar. Más bien de vender la burra.

De ahí que los hosteleros hablen de «fiasco». Un término que según la RAE equivale a «fracaso» o «decepción». Y que aquí equivale a lo que conocemos de toda la vida como un cobazo.