Siria maquilla la represión con promesas
El régimen de Bashar el-Asad anuncia cambiosEl país, que podría ver como se levanta el estado de sitio declarado hace 48 años, se prepara para una nueva jornada de protestas
RABAT. Actualizado: GuardarApenas un día después de que las fuerzas de seguridad mataran a 37 manifestantes que las autoridades habían tachado de «bandas armadas», el Gobierno sirio anunció ayer una serie de concesiones para dar respuesta a las «legítimas» demandas de los que protestan en las calles. Entre las reformas que se estarían estudiando está el levantamiento del estado de emergencia, vigente en Siria desde 1963, y que priva a sus ciudadanos de derechos básicos como el de manifestación o el de expresión.
Tras una semana de protestas en la ciudad sureña de Deraa, que han sido violentamente reprimidas por las fuerzas de seguridad, el Gobierno sirio rompió su silencio ayer por primera vez. «El presidente Bashar al-Asad no quiere que se derrame ni una gota de sangre y sus instrucciones fueron claras de que no se disparara ninguna bala», aseguró ayer en una rueda de prensa en Damasco la consejera de Presidencia, Buzeina Shaaban.
La colaboradora reconoció, no obstante, que se «habían cometido algunos errores», y que quizás algún policía sí que usó la fuerza. Fuentes hospitalarias de la ciudad de Deraa dijeron ayer a varias agencias internacionales que en la represión de las protestas murieron al menos 37 personas y que casi todas ellas habían recibido impactos de bala.
La violencia no ha amedrentado a los manifestantes y ayer más de 20.000 personas volvieron a salir a la calle en esta localidad cerca de la frontera con Jordania para pedir cambios democráticos en el país. «No queremos ni pan ni nada material. Queremos libertad», dijo ayer uno de ellos a la cadena de televisión catarí Al-Jazeera en una conversación telefónica.
«Financiación extranjera»
A los medios de comunicación internacionales se les ha impedido el acceso a estas manifestaciones, pero un reportero de AP aseguró haber escuchado disparos ayer en las inmediaciones de la protesta, donde miles de personas celebraron también los funerales por los muertos del pasado miércoles. Ayer también empezaron a aparecer los vídeos grabados por los propios manifestantes en sus teléfonos móviles, en los que se aprecia cómo las fuerzas de seguridad disparan y matan a varias personas que gritan «pacíficos, pacíficos!».
La consejera de presidencia también aseguró que el Gobierno estudiaba poner en marcha medidas «efectivas» contra la corrupción y que prepararía nuevas leyes para los partidos políticos y los medios de comunicación, además de considerar cómo poner fin al estado de emergencia, que desde hace 48 años suprime los derechos fundamentales de los ciudadanos. Apenas unas pocas horas antes, Buzaina Shaaban acusaba a «agitadores externos» de incitar las protestas y aseguraba que había signos de «financiación extranjera» en los eventos de Deraa.
Siria es uno de los países más represivos de Oriente Medio y, aunque algunos analistas consideran que la situación ha mejorado desde la muerte en el año 2000 de Hafez el-Asad, padre del actual presidente, Bashar apenas ha permitido resquicios para la crítica y la oposición al régimen liderado por el partido Baaz. Las cárceles sirias están llenas de presos políticos, delatados por las decenas de miles de informadores que trabajan para la policía.
Tras el anuncio ayer de las promesas de cambio, los manifestantes se mostraron escépticos. «Por ahora no han dicho que las vayan a poner en práctica, tan solo que están siendo estudiadas», dijo uno de ellos, que prefirió no dar su nombre por temor a represalias, al canal catarí. «Seguiremos protestando hasta que se cumplan nuestras demandas y se libere a los manifestantes detenidos», añadió la fuente. Manifestaciones masivas se han programado para hoy después del rezo del mediodía en las principales ciudades del país.