Joaquín Almunia, ayer, durante un acto celebrado en Madrid. :: EMILIO NARANJO / EFE
Economia

Almunia cree que el sector financiero digerirá la crisis

La agencia Moody's rebaja la puntuación crediticia de treinta bancos y cajas españoles

MADRID. Actualizado: Guardar
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La presión sobre el sistema financiero español se acentúa. El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, se esfuerza por aclarar que «buena parte del camino ya está andado» y afirma que «los planes de las autoridades españolas van a tener éxito, y nos harán capaces de digerir bien, sin necesidad de pastillas antiácido, las consecuencias de la burbuja inmobiliaria». En su opinión, el crédito volverá a fluir para empresas y familias en cuanto concluya el proceso, para el que el Banco de España, según reconoció, ha acortado los plazos.

Pero la agencia de calificación Moody's se encargó una vez más de dar la nota, al rebajar la puntuación crediticia de treinta bancos y cajas españoles. Se salvan los grandes, Santander y BBVA, que tienen cada vez más cuota de negocio fuera, y también La Caixa, inmersa en el proceso de constitución de un banco y con planes para sacar a una tercera sociedad -lo que el sector bautiza como un 'banco malo'- sus activos inmobiliarios. A los tres les mantiene Moody's la nota Aa2, con perspectiva negativa, lo que significa que pueden empeorar. No hay grandes diferencias: es el mismo nivel que le reconoce ahora, tras el último recorte, a la deuda soberana.

El empeoramiento de la nota afecta a diferentes 'productos' financieros de la mayoría de las restantes entidades, incluida alguna que destaca por una muy elevada solvencia, como Banca March. El deterioro lo sufren desde los depósitos a la deuda senior, pasando por las participaciones preferentes. De la rebaja tampoco se libran la Confederación de Cajas de Ahorro, la agencia financiera del Gobierno (ICO) o una serie de cajas rurales.

Entre las razones que alega la agencia figuran la presión de los mercados sobre la deuda española, la debilidad que a su juicio manifiestan algunos bancos y cajas en el marco del proceso de consolidación del sector, y las perspectivas de negocio «en el difícil entorno operativo» que se presenta para las entidades en España. Se da la paradoja de que la institución no aprecia los méritos de la integración de las cajas de ahorro. Por el contrario, parece lamentar la pérdida de importancia que están sufriendo entidades locales y regionales, aunque admite estar a la espera de los resultados definitivos del proceso emprendido.

El comisario y vicepresidente de la Comición Europea, Joaquín Almunia, es ahora el encargado de velar por que las ayudas públicas a las entidades bancarias europeas sean equitativas y no lastren la competencia. En una conferencia pronunciada en la sede de la Fundación de las Cajas de Ahorro, Almunia evitó mencionar la situación concreta de las distintas entidades, pero dejó muy claro que desde el 1 de enero pasado las reglas han cambiado: quien opte por pedir dinero público ha de acudir a Bruselas con su plan de reestructuración bajo el brazo. Ya no vale pedir préstamos por cuantía inferior al 2% de los activos ponderados por riesgo, la fórmula aplicada en la primera etapa.

Almunia minimizó la situación del sector financiero español al exponer un contexto bastante más conflictivo, con unas ayudas que entre los años 2008 y 2009 y en el ámbito internacional sumaron la desorbitada cifra de 2,3 billones de euros. La mitad de los auxilios se concedieron en 2009, puntualizó, y el 80% de esa cuantía fueron avales y garantías que se recuperarán con creces, gracias a los rendimientos adicionales. En primer término, a Bruselas han llegado 32 planes de reestructuración individuales: se aprobaron 23 de ellos, otros 8 se resolvieron con liquidación de la entidad y un expediente, de origen portugués, fue devuelto. La comisaría de Competencia se faja ahora con 24 planes de reestructuración en curso.