Las agresiones a médicos salen muy caras
Los jueces han dictado más de 60 condenas contra pacientes violentos desde 2009 en la provincia; Las denuncias superaron el centenar en los dos últimos años, aunque solo suponen un tercio de los ataques que se producen
JEREZ. Actualizado: GuardarUna cita que se retrasa o la prescripción de un medicamento que no era el deseado pueden desencadenar un episodio violento en la consulta. En la provincia sucede a diario y, por lo general, termina con una palabra más alta que otra o un simple portazo. Pero hay ocasiones en las que el paciente malhumorado llega al insulto o al puñetazo. Ahí es cuando se recurre a la justicia, que se muestra cada vez más sensible con los profesionales. Ayer se celebró el día nacional contra las agresiones en el ámbito sanitario.
Los tribunales han dictado más de 70 sentencias condenatorias a agresores en los últimos dos años entre los casos gestionados por el SAS y los colegios de médicos y enfermeros de Cádiz. La mayor parte de ellas fueron por insultos, aunque cada vez son más habituales los golpes. Desde 2008 este tipo de casos son considerados delitos de atentado y llevan aparejadas penas de cárcel. Al menos un 20% de las condenas han tenido esa categoría.
Carmen Miranda, abogada de la asesoría jurídica del Colegio de Médicos asegura que «en el 99% de los asuntos que llegan a sus manos terminan en una sentencia condenatoria». El preocupante aumento de los casos ha sensibilizado a los tribunales, que, por lo general, decretan casi de inmediato órdenes de alejamiento, «eso ya de por sí supone da una mayor tranquilidad al profesional agredido».
Repunte de casos
El ámbito de la atención primaria es que el mayor número de episodios vive en el caso de los médicos. Los enfermeros sufren más en los servicios de Urgencias de los hospitales. Tanto en unos como en otros, las denuncias no han dejado de aumentar. A lo largo de 2009, se interpusieron 45, de las que los colegios profesionales gestionaron 34 procesos (11 de enfermeros y 23 de médicos), mientras que el servicio jurídico del SAS se hizo cargo de otras 15 de todas las categorías. En 2010 la cifra ha aumentado en un 19,6% hasta llegar a las 56, de las que 10 fueron tramitadas por el Colegio de Enfermería, 34 por el de Médicos y otras 12 por el SAS. Este aumento no supone un repunte en las agresiones, de hecho, apenas se denuncia un tercio de las que se producen.
La elección de uno u otro servicio corresponde a la víctima. Salud activa el protocolo de agresiones nada más tener conocimiento del suceso y eso conlleva una atención sanitaria completa y el asesoramiento jurídico inmediato. Los órganos colegiales actúan de una manera parecida.
Carmen Miranda insiste en la importancia de denunciar. Admite que supone molestias al profesional, pero a la larga compensa, «porque ve que su caso no queda impune». Las penas son, por lo general, muy ligeras, pero sirven para que el agresor se lo piense dos veces antes de repetir la escena. «Desde que se comenzó a considerar un delito, el acusado tendrá antecedentes penales, además de tener que asumir las costas del juicio. No son simples faltas», recalca la abogada. Además, la experiencia le dice que tras pasar por el juzgado, no vuelven a reincidir y tampoco hay represalias.
El presidente del Colegio de Enfermería, Rafael Campos, considera que «estas situaciones se producen debido a que las expectativas del usuario no quedan resueltas» y ve como una posible solución el incremento de personal en los centros sanitarios. Campos insiste en que se debe trabajar en la prevención con una mayor formación de los trabajadores en el manejo de situaciones de riesgo y mejorar también la relación de confianza entre usuarios y profesionales. La falta de personal va unida a una deficiente educación sanitaria. Desde ambos colegios solicitan que se facilite esa formación a través de carteles o charlas. También piden una mayor vigilancia en los centros sanitarios.
El SAS también ha mostrado su condena a cualquier tipo de ataque y desde hace seis años cuenta con una amplia red de dispositivos de prevención. Los centros sanitarios cuentan con 173 timbres antipánico, 1.144 interfonos, 89 teléfonos específicos, 282 salidas alternativas, 85 videocámaras, 72 vigilantes y 14 de otro tipo como arcos de metales.