Los expresidentes conservarán sus sueldos
Socialistas y populares acuerdan no tocar los emolumentos vitalicios de los exmandatarios, tal y como pedían varios grupos parlamentarios
MADRID. Actualizado: GuardarPSOE y PP unieron ayer sus votos para rechazar cualquier modificación en el derecho de los expresidentes del Gobierno a percibir un sueldo público vitalicio. Se trata de una cantidad similar a la retribución de su homólogo en el cargo, que en 2011 es de 79.337 euros brutos al año. Los dos partidos mayoritarios rechazaron sendas mociones de Esquerra Republicana y UPyD, apoyadas por las demás fuerzas parlamentarias, en las que se pedía una reforma para que el cobro de una asignación pública por parte de los expresidentes fuese incompatible con la percepción de salarios significativos en empresas privadas.
Las iniciativas se presentaron en el Congreso tras hacerse público que José María Aznar percibirá 200.000 euros al año por labores de asesoramiento a Endesa y que Felipe González ingresará algo más de 126.000 euros por trabajar para Iberdrola. Los grupos proponentes resumieron su postura en la frase: «O se ejerce de expresidente o se ejerce de 'lobbista'».
Socialistas y populares calificaron el debate de «demagógico», rechazaron que estas asignaciones puedan considerarse «un privilegio» y defendieron que se trata de cantidades modestas, si se comparan con las de otros países desarrollados, destinadas a asegurar «un mínimo estatus de dignidad» para unas personas que representarán siempre a España y sus instituciones democráticas. Ambos partidos consideraron que no existe problema alguno para que los expresidentes compatibilicen estas asignaciones públicas destinadas a mantener sus gastos de oficina y representación, ya que no son retribuciones personales, con ingresos de la empresa privada porque es algo «lícito».
No obstante, Jesús Quijano, quien defendió la postura del PSOE, sí que reconoció que, «desde el punto de vista estético, a mí tampoco me satisface la actividad privada de los expresidentes».