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La OTAN respaldará a la coalición en Libia
El acuerdo pretende que la intervención de las unidades internacionales contra el régimen no contraríe al mundo árabeWashington pacta con París y Londres una implicación limitada de la Alianza
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEstados Unidos, Francia y Reino Unido, el triunvirato que encabeza la intervención en Libia, acordaron ayer poner orden en el desbarajuste diplomático provocado por la falta de un liderazgo nítido en las operaciones. Los mandatarios de las tres potencias pactaron implicar a la OTAN en el conflicto, aunque todo apunta a que sus funciones serán estrictamente militares para no contrariar al mundo árabe. A falta de que los 28 socios de la Alianza respalden la iniciativa, el organismo relevaría al Pentágono en la coordinación de la misión en los próximos días.
Barack Obama fraguó personalmente el acuerdo tras llamar por teléfono a David Cameron y Nicolas Sarkozy en plena gira por América Latina. El presidente norteamericano ya contaba previamente con el respaldo británico a la incorporación de la OTAN, pero Francia se negaba porque consideraba que podría poner en peligro el apoyo de la Liga Árabe a la intervención. Aunque todavía resta por conocer la fórmula exacta para la participación de la Alianza, Obama anticipó que desempeñará «un papel clave» por sus «capacidades únicas de mando y de control».
Las funciones de la OTAN se complementarán en el plano civil con otra propuesta lanzada ayer por Francia. El primer país que abrió fuego sobre suelo libio llamó a todos los socios de la coalición internacional y a la Liga Árabe a celebrar una cumbre de ministros de Exteriores. Este encuentro serviría para otorgar a la intervención una «dirección política» clara y compartida.
El doble mando civil y militar diseñado por las tres potencias persigue solventar el lío montado en el seno de la coalición y por extensión en la OTAN. Tras cuatro días de bombardeos en Libia, el desconcierto se había apoderado de buena parte de los países que intentan imponer una zona de exclusión aérea porque no está claro quién manda. De momento, EE UU dirige los movimientos en el teatro de operaciones, pero Obama ya anunció que en cuestión «de días» quiere traspasar esa responsabilidad. La OTAN es el principal candidato al puesto por su experiencia y capacidad operativa, pero no todos los socios están de acuerdo.
Capacidad de veto
Francia, en principio, era uno de los más reticentes a entregar todo el mando a la OTAN. París defiende que colocar el emblema del organismo podría enfurecer a la Liga Árabe, que apoya con matices la intervención, e incluso propiciar que Catar y Emiratos Árabes rechacen finalmente integrarse en la coalición internacional. Alemania, la única potencia europea que eludió tomar parte en la misión, y Turquía tampoco tienen nada claro el papel de la OTAN y siguen poniendo pegas en las negociaciones, aunque se espera que no lleguen a utilizar el veto.
En el bando más atlantista se encuentran EE UU, Reino Unido, Italia y España, que ayer mostró su disposición a que el organismo abandere la misión. Italia, el país europeo más próximo a Libia, se ha mostrado especialmente molesto con la indefinición del liderazgo y ha llegado a amenazar con restringir el uso de las siete bases abiertas a la coalición. El gran problema, sin embargo, es Washington. Por norma, sus tropas nunca se colocan bajo el mando de otro país, lo que implica que sólo transferirá la dirección de los ataques a la OTAN.
Ante semejante embrollo, Francia pudo divisar ayer a una solución. El ministros de Exteriores galo, Alain Juppé, propuso ante la Asamblea Nacional dotar de una «dirección política» a la coalición. Para ello, planteó organizar una nueva cumbre de los países implicados en la operación en los próximos días en Londres o Bruselas. Este encuentro facilitaría la coordinación de esfuerzos y ofrecería una cara visible de los aliados en lugar del gallinero de estos últimos días. En el plano estrictamente militar, París acepta que la OTAN se encargue de coordinar las acciones, pero sin asumir formalmente el liderazgo.
Este arreglo, que todavía necesitaría varios días para materializarse, permitiría despejar las dudas sobre la solidez de la coalición y recomponer la unidad en la Alianza. Según 'Financial Times', en las últimas jornadas se han vivido momentos de tensión en el Consejo del Atlántico Norte, el órgano que reúne a los embajadores aliados. En uno de los encuentros, los representantes francés y alemán llegaron a levantarse de la mesa por las críticas del secretario general, Anders Fogh Rasmussen. El exprimer ministro danés reprochó a Berlín su negativa a participar en la intervención y acusó a París de torpedear el liderazgo de la OTAN.