Carlota deja el listón tan alto como su madre

Ocurre a veces que los pupilos acaban sabiendo tanto o más que los maestros. Carlota Casiraghi ha dado ya el salto y ha demostrado que en el asunto público se desenvuelve por lo menos tan bien como su madre. La hija de Carolina de Mónaco y sus dos hermanos, Pierre y Andrea, tomaron el sábado el relevo a los mayores y abrieron el tradicional Baile de la Rosa en el 'Sporting Club' de Montercarlo. Su lucida presencia cubrió bien las notables ausencias, ya que ni su madre ni su tíos Estefanía y Alberto de Mónaco acudieron al evento. La razón, el reciente fallecimiento a los 90 años de edad de la princesa Antoinette, hermana mayor de Rainiero de Mónaco.

Así que con los oficiales fuera de juego, salió el prometedor banquillo. Con aspecto inmaculado y, dicho sea de paso, con cara de poca fiesta, Carlota y sus dos hermanos hicieron los honores y ejercieron de anfitriones de esta velada benéfica que lleva celebrándose desde el año 1964 por expreso deseo de la princesa Grace de Mónaco.

Aunque eran tres y fue Andrea quien leyó el discurso inaugural, Carlota se llevó todas las miradas. No solo por el sobrio modelazo negro con el que amadrinó el baile, sino por el parecido físico con su madre, que parece que se acentúa viéndola vestida de gala.

Este año la jornada estuvo dedicada a la discográfica estadounidense Motown, que jugó un papel decisivo en la difusión de la música negra.