La OMS alerta de más radiactividad en los alimentos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió ayer de que la radiactividad detectada en el agua y en algunos alimentos cerca de la planta es «más grave de lo que se esperaba», tras conocer que se había extendido a partidas de judías exportadas a Taiwán y al aceite de colza. En el agua de Tokio se hallaron 1,5 becquerelios por kilo de yodo, bastante por debajo de los 300 que pueden tolerar la comida y la bebida. Pero en Iitate, un pueblo de 6.000 habitantes a 30 kilómetros de la central, se ha prohibido beber agua del grifo porque contiene 965 becquerelios. A unos 30 kilómetros de la planta atómica siniestrada hay ya 37 granjas con leche contaminada. Como el Gobierno teme que una parte haya sido ya comercializada, ha establecido controles y prohibido la venta procedente de la prefectura de Fukushima. También han aparecido cultivos de espinaca con rastros de contaminación a más de 100 kilómetros de la central en prefecturas como Ibaraki, Gunma, Togichi y Chiba.