Nuevas protestas acosan a Mohamed VI
Miles de marroquíes vuelven a echarse a la calle para que las promesas de reformas anunciadas por el rey se hagan realidad
RABAT. Actualizado: GuardarNo quieren que sus reivindicaciones acaben en el olvido y tampoco que el miedo a la represión policial silencie su protesta. Miles de marroquíes volvieron a pedir ayer en las calles del país una Constitución democrática, el fin de la corrupción y más libertades, en un claro desafío al régimen que, después del anuncio de reformas realizado por el rey Mohamed VI recientemente, ha intentado deslegitimar las manifestaciones.
«El discurso del rey estuvo bien, pero las palabras deben aplicarse, y por eso salimos hoy (por ayer) a la calle, para recordar al Gobierno y al majzén que estas reformas deben ponerse en práctica», explicaba la estudiante de doctorado Wafa Sedak, una de las más de 5.000 personas (10.000 según los organizadores) que marcharon por el bulevar Mohamed V de la capital.
Las protestas se sucedieron de forma pacífica en más de medio centenar de ciudades y pueblos, en una mezcla de islamistas, izquierdistas, estudiantes y ciudadanos sin signo político. La más concurrida fue la de Casablanca, donde unas 10.000 personas (cinco veces más según los convocantes), desafiaron a los que, hace tan solo una semana, dispersaban a palos otra concentración, con el resultado de decenas de heridos.
Presionado por las manifestaciones, el monarca anunció el pasado día 9 reformas constitucionales que otorgarían más poderes ejecutivos al Gobierno y mayor autonomía al Parlamento, así como reformas en la Justicia y en el papel de los partidos políticos. Para muchos manifestantes, sin embargo, estos cambios no son suficientes, ya que no tocan algunos de los puntos sensibles de la Constitución, como el artículo 19, que define el papel de rey. Ayer, muchas pancartas pedían al soberano que «reine pero no gobierne», y abogaban por una monarquía parlamentaria.
La televisión pública, así como algunos miembros del Gobierno, han insinuado en los últimos días que los manifestantes podrían tener una agenda oculta y que estarían siendo manipulados por «ciertos grupos» que buscan sembrar el caos.
«Es una victoria»
«Ver a tanta gente que ha salido a la calle, a pesar de la campaña tan negativa que se ha llevado a cabo contra nosotros, es una victoria», señalaba Jadiya Riyadi, presidenta de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), una de las principales organizaciones que se han sumado a las protestas. «El rey anunció reformas después de la gran manifestación del 20 de febrero. Ahora, después del 20 de marzo, debería revisar esas enmiendas y ver qué es lo que aún se debe cambiar», subrayó la activista.
«El rey ofrecía el discurso el día 9, y el 10 la Policía ya estaba pegando de nuevo a los manifestantes en la calle. ¿Es eso a caso respetar el derecho de expresión del pueblo?», denunciaba Rim Benbrahimi, una de las jóvenes que forman parte del movimiento del 20 de febrero, organizadores de las protestas. Esta rebelión surgió de un grupo de la red social Facebook, a la que los manifestantes homenajearon ayer portando, como insignias, letras f y t, de Twitter, recortadas en trozos de cartón.