La joya aragonesa de los González
La casa del Tío Pepe es propietaria desde 2008 de la bodega líder en ventas en Somontano; Los gerentes de Viñas del Vero recalcan que su compra por parte del grupo jerezano les llevará a más mercados extranjeros
JEREZ. Actualizado: GuardarCuando en 2008 el grupo bodeguero jerezano González Byass decidió dar otro paso mas en su política de diversificación del negocio en otras regiones vinateras y puso sus ojos en Somontano, la comarca al norte de Aragón a la que los Pirineos le confieren un carácter especial y un marco incomparable para el cultivo de la vid, lo hizo a lo grande apostando a caballo ganador y adquiriendo la que es sin duda la joya de esa joven Denominación de Origen nacida en 1986.
Viñas del Vero, la empresa que hasta la llegada del grupo propiedad de los González Gordon pertenecía al gobierno de Aragón, es la bodega que mejor resume la historia de esta zona productora, ya que esta a punto de celebrar sus 25 años, un periodo en el que siempre ha ejercido un liderazgo que se demuestra en que, como explicaba su director gerente, Enrique Artasona, en el marco de una visita reciente de LA VOZ a Huesca, «hoy en día las ventas de esta casa suponen el 39% de toda la Denominación. Y en torno a los años 96 y 97, cuando había muchos menos bodegas, nuestra cuota era del 58%».
Estas cifras -y unos 15 millones de facturación al año- les sitúan como los primeros en ventas en la D.O. con unos cinco millones de botellas en el mercado, seguidos de Bodegas Pirineos y Enate, lo que vuelve a ser una gran noticia para el Marco de Jerez, ya que Bodegas Barbadillo es el grupo propietario de la mencionada en primer lugar.
Pero si por algo destaca el emblema oscense de González Byass es por su empeño por la calidad que va desde la viña hasta el embotellado de los caldos blancos y tintos que se cultivan en las alrededor de 1.000 hectáreas (el 70% de ellas de su propiedad) que se reparten en cuatro zonas, sobre todo alrededor de Barbastro, la localidad de Huesca donde se ubican las principales bodegas de esta zona, aunque también hay que destacar la más lejana explotación de Secastilla, que se planto hacia el año 2000 y en la que los responsables de campo de Viñas del Vero, bajo la batuta de José María Ayuso, han decidido hacer valer el concepto del terruño, de los caldos de pago. Allí hay unas 50 hectáreas que además de viñas viejas que datan de los años 40, sobre todo de variedades tintas, incluyen plantaciones de olivos y almendros y monte libre donde se realiza la búsqueda de la trufa, y en las que todas las labores se realizan a mano, especialmente la vendimia, y con un carácter ecológico.
En ese pago se cultivan las uvas para dos de los mejores caldos de la casa, el Secastilla y el Miranda, englobados en la marca Secastilla. La bodega tiene otras dos, Viñas del Vero, con gamas de blancos, rosados y tintos que van desde los cinco a los 15 euros, y la prestigiosa y aclamada Blecua, con un vino premium de exquisita elaboración que alcanza mas allá de los 65 euros. Y hay gustos para todos los paladares, porque entre las variedades no solo destacan las tradicionales de aquella región (tempranillo, moristel, garnacha y macabeo), sino también otras extranjeras como la chardonnay, cabernet sauvignon, merlot y pinot noir, sin olvidar la original gewürztraminer, uva de origen alemán que sirve para elaborar uno de los blancos mas distintivos del portafolio de Viñas del Vero y que es muy aclamada por los aficionados a los buenos caldos.
La elaboración de los vinos de esta casa son responsabilidad del enólogo José Ferrer y su equipo, que llevan desde el principio al frente de este proyecto que se sustenta en dos bodegas: la de Viñas del Vero, que se inauguró en el año 1993, que cuenta con una peculiar disposición en vertical con un desnivel de más de 12 metros, y en la que los caldos envejecen en 8.000 barricas de roble americano y francés; y la de Blecua, cuna del mejor vino de su portafolio, un enclave especial con reminiscencias medievales y una gran biblioteca especializada en gastronomía.
En ellas crían unos vinos que destacan en las listas de los más vendidos de España de entre las nuevas Denominaciones de Origen y que no dejan de recibir menciones y reconocimientos, como las puntuaciones de Robert Parker o como el espaldarazo que supuso que en 2002 la Casa Real, con motivo de la boda los Príncipes de Asturias, eligiera el Viñas del Vero Clarión para la cena de gala que prepararon Ferrán Adriá y Juan Mari Arzak.
En este punto, uno de los principales retos de esta empresa es mejorar su comercialización en el extranjero, ya que aunque están presentes en 40 países su reto es hacer crecer la cifra actual del 35% de exportación. «Gracias a la adquisición por parte de González Byass podremos alcanzar sin problemas al 50%», explica el director gerente, que reconoce que el grupo jerezano comparte su misma filosofía y apuesta por la calidad, y además «nos ayudarán a llegar a más mercados».