Los alumnos realizan encuestas a sus compañeros para comprobar si sus hábitos son saludables. :: L.R.
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El desayuno como materia de análisis

El nuevo programa Profundiza, que amplía el nivel de ciencias, se centra en los efectos negativos de no tomar nada antes de clase Los alumnos demuestran que las campañas del Gobierno para fomentar este hábito no sirven

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Andrea Miguelez, de doce años, se ha levantado a las siete y cuarto de la mañana y ha desayunado un cola- cao y una tostada con mantequilla. Suficiente, de momento, para afrontar la mañana de clases con energía. En la hora del recreo se come un bocadillo que mantiene en forma sus 46 kilos de peso, proporcionales para su edad y para el metro sesenta que mide. Por la tarde, además de estudiar y hacer las tareas durante un par de horas, también acude a un conservatorio de danza en el que también consume muchas calorías.

Haciendo un cómputo de todo el día, habrá caminado una hora aproximadamente, más quince minutos de subir y bajar escaleras. Pero su organismo será capaz de llegar a la noche sin desfallecer por el camino. Y todo, por empezar bien el día con un desayuno equilibrado. «Para su peso y altura, y su índice de masa corporal, lo que toma por la mañana es suficiente para aguantar hasta el recreo. Además lo hace una hora antes de venir a clase. Pero no es lo habitual. La mayoría no desayuna». María Olivares, alumna de tercero de ESO le acaba de realizar una encuesta a Andrea como parte del trabajo de investigación que desarrolla junto a otros compañeros en torno a los hábitos alimenticios saludables, y más concretamente el desayuno.

Según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad, el 6,2% de la población infantil y juvenil no desayuna habitualmente y sólo el 7,5% de los niños toman un desayuno equilibrado. Pero según el grupo de alumnos denominado 'Cytival' este porcentaje se dispara en el Instituto de Educación Secundaria Valdelagrana y ronda el 50%. El Ministerio realiza periódicamente campañas de publicidad con el objetivo de promover hábitos alimenticios saludables desde la infancia. Para comprobar si estas campañas son o no efectivas, el centro portuense ha emprendido este trabajo cuyos resultados serán expuestos en el VI Encuentro de Alumnos Investigadores que se celebrará entre en 26 y el 29 de abril en el IES Botánico, de San Fernando. «El balance no es nada bueno. Llevamos unos doscientos individuos encuestados, y la mitad no desayuna nada o no lo hace adecuadamente».

Participación voluntaria

Diego Castellano, el profesor que coordina el experimento, explica que éste se enmarca en un nuevo programa educativo impulsado pon la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, denominado Profundiza. Dirigido al alumnado de primaria y secundaria su participación se canaliza mediante proyectos de trabajo que, tomando como centro de interés temático el ámbito científico y tecnológico, les permiten abordar el conocimiento desde otras perspectivas y desarrollar de manera activa sus competencias.

El objetivo del programa es potenciar el interés del alumnado por la ciencia y por la investigación, convirtiéndolos en agentes activos en la construcción de sus propios aprendizajes. O dicho de otra forma, ellos mismos elaboran los contenidos con los que avanzan en conocimientos de distintas materias científicas y a cambio obtienen una compensación en la nota final. No es para menos, ya que la participación es voluntaria y fuera del horario escolar. En este sentido, a pesar de que la consejería proponecómo día para profundizar el sábado, en el IES Valdelagrana se ha optado por otras franjas horarias durante la semana por los impedimentos para abrir el centro el sábado.

En el 'modus operandi' que emplean para desarrollar su estudio, las encuestas, también entran en juego las nuevas tecnologías. El centro portuense es TIC 2.0 y ya posee pizarras digitales en las aulas de primero de ESO. Éstas son utilizadas por el grupo 'Cityval' para realizar los cuestionarios a sus compañeros, además de los típicos impresos en papel.

Absentismo cero

El IES Valdelagrana, que carece de Bachillerato, acoge a 250 alumnos que reciben clases de un claustro compuesto por 27 profesores. El nacimiento del centro, que en un principio estuvo adscrito al Pedro Muñoz Seca, fue fruto de la demanda de los vecinos de esta urbanización portuense, eminentemente turística, pero con una importante bolsa de residentes que viven durante todo el año y requieren servicios. Casi la totalidad de su alumnado procede del colegio público Valdelagrana, y en la actualidad ya son tres grupos de alumnos por cada curso los que realizan sus estudios de secundaria en este centro, que necesita una ampliación de sus instalaciones y completar su oferta con el Bachillerato. Por otro lado, desde la dirección del centro esperan que la consejería acceda a ampliar su oferta educativa con la concesión de algún ciclo formativo de grado medio o superior así como un PCPI, Programa de Cualificación Profesional Inicial, para rescatar a los alumnos que no hayan tenido éxito en sus estudios y se encuentren al borde del abandono. Sin embargo, esto no es ni mucho menos algo habitual en este IES. El Valdelagrana presume de tener un índice de promoción del 90% y la inmensa mayoría de os alumnos suele pasar de curso sin problemas. El nivel de absentismo es mínimo y si se registra una ausencia más larga de lo normal siempre se debe a motivos de salud.