Gol. Los jugadores del Xerez celebran el primer tanto, obra de Leandro Gioda. :: LOF
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El oasis llega a tiempo

El Xerez Deportivo pone fin a la sequía de triunfos, y duerme a un punto de la zona del 'play off' de ascenso

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El desierto ha sido largo, seco y duro, pero el Xerez Deportivo ha podido llegar al oasis a tiempo, pues logró una hidratante victoria que puso fin a una sequía de triunfos que ha durado seis jornadas. Pero los azulinos ganaron la primera de la muchas finales que les restan hasta el final del campeonato e impidieron a tiempo que la cuerda se rompiera y el cuadro jerezano se descolgara del grupo que pelea por entrar al final de temporada en el 'play off'. Una vez más los buenos resultados llegaron lejos de casa y, ya están prácticamente igualados los puntos logrados en Chapín que los sumados lejos del estadio jerezano (22 por 21). Es cierto que el mejor Xerez no apareció en el Mini Estadi de Villarreal, pero sí que se plantó un equipo serio y eficaz que sumó tres puntos que hacen aflorar de nuevo los mejores sueños xerecistas. Independientemente del juego, lo importante era ganar, y los azulinos lo hicieron.

El Villarreal quiso ejercer de local desde el primer minuto y salió de inicio con una línea muy adelantada que metía casi en la totalidad a los once jugadores amarillos en el campo xerecista. La presión nacía muy arriba y a los de Javi López les costó demasiado trenzar una jugada o buscar la espalda de la defensa. José Mari salió en ruptura más de una vez, pero cuando no era la falta de precisión en el pase era el fuera de juego lo que impedía que el punta sevillano se plantara con peligro cerca de la portería que defendía Mariño.

De cualquier manera, el planteamiento del cuadro de Javi Gracia obligaba a los azulinos a dedicar más tiempo a defender que a atacar, pues el esférico duraba poco en las botas de los azulinos. De hecho, la primera jugada de peligro llegó en un saque de esquina en el que la fortuna se alió con el Deportivo. Capi buscó a Gioda en el primer palo para que el argentino peinara justo antes de que el esférico rozara en Héctor y acabar en el fondo de la puerta defendida por el filial castellonense.

Casi sin merecerlo, los de Javi López se pusieron por delante en el marcador, pero el tanto del cuadro jerezano apenas cambió el ritmo y el escenario del encuentro. El fútbol xerecista continuaba sin llegar, las entradas por banda brillaban por su ausencia ya que Capi siempre que participaba tendía al centro y a Pablo Redondo hubo que esperarle hasta los últimos minutos de la primera parte y cuando apareció se mostró muy blando, muy tierno, ya que se desmoronó cuando tuvo la ocasión de lograr el segundo. Sí que es cierto que puso un buen centro templadito que José Mari desaprovechó en la última ocasión antes del descanso.

El Villarreal de la segunda parte bajó varios enteros el nivel de intensidad y permitió que el Xerez jugara con más tranquilidad y mayor libertad en ataque. Mucha culpa de ello la tuvo la primera jugada de la segunda parte, con la que los azulinos dieron un serio toque de aviso, aunque Pablo Redondo no supo definir en el mano a mano con el portero de filial amarillo. El Xerez no marcó pero sí que se ganó el respeto de los chavales del Villarreal .

Ese miedo se tradujo en espacios y Javi López trató de aprovechar esos metros moviendo la media punta y dando libertad a Capi. El de Camas se fue al centro, Óscar Díaz entró por la derecha y Pablo Redondo por la izquierda. Y puede que el movimiento táctico no tuviera mucho que ver, pero lo cierto es que el segundo tanto xerecista no tardó en llegar. Un extraño despeje de Capi acabó en los pies de un Pablo Redondo que no tardó en ceder para José Mari. El sevillano, ya dentro del área, vio como entraba por detrás Óscar Díaz y se la dejó al madrileño para que incrementara la distancia en el marcador.

Para desgracia del Xerez, la alegría fue momentánea y tuvo que sufrir hasta el final, pues el Villarreal respondió pronto con un tanto que colocaba el 1-2 en el luminoso del Mini Estadi de Villarreal. Gerard, el canterano más activo y peligroso del filial amarillo entró desde atrás -Juan Luis Redondo rompió el fuera de juego- y fusiló a un Chema que vivió en vilo hasta que el colegiado marcó el final del encuentro.