Un derbi con mucha trampa

Once años lleva el Atlético sin ganar al Madrid, ni en el Calderón ni en el Bernabéu, pero esta vez José Mourinho y los suyos llegan recelosos al estadio rojiblanco. Con solo dos días de descanso tras eliminar al Olympique de Lyon, desgastados «física y psíquicamente», como asegura el técnico portugués, y con la duda de Cristiano Ronaldo para afrontar un derbi trampa en el que a los blancos solo les vale la victoria. Cualquier otro resultado volvería a alejarlos del título. Sin dejar de insistir en sus quejas sobre el calendario, Mourinho aseguró ayer, tras 'amenazar' ya la semana anterior, que le dieron ganas de tirar el partido frente al Atlético como respuesta ante lo que considera un agravio por las fechas y horarios que se le imponen al Madrid. Sin embargo, no llegará tan lejos y alineará «al mejor equipo».

Quique Flores, en cambio, lo ve como una oportunidad para poner fin a una maldición que acogota a los rojiblancos y como «una vitamina brutal para los nueve partidos restantes». «La victoria sería un golpe moral importante, para afianzar lo que estamos haciendo y seguir soñando en cosas muy difíciles (el billete para la Liga de Campeones)», apuntó el técnico rojiblanco que quizás solo haga un cambio, en defensa, con la entrada de Domínguez en detrimento de Perea, para intentar frenar la racha goleadora de Benzema, a expensas de lo que ocurra con Cristiano, aunque el portugués sí corre riesgo de recaer tras forzar ante el Olympique de Lyon.