Dos mujeres evacuadas de Japón, ayer, a su llegada al aeropuerto de Nueva Delhi. :: REUTERS
MUNDO

Europa también acelera la salida de sus ciudadanos

Reino Unido, Francia y España ofrecen aviones a sus nacionales ante la saturación de los vuelos comerciales

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Los principales países europeos han empezado a movilizarse para sacar de Japón a sus ciudadanos. Aunque ningún Gobierno ha llamado a una evacuación general, Francia, Reino Unido y España ya han anunciado que fletarán aviones para repatriar a sus nacionales ante el temor a un escape en Fukushima. En la mayoría de los casos, los Ejecutivos tratan de agilizar la salida voluntaria del archipiélago porque los vuelos comerciales están saturados y los precios de los billetes disparados.

Francia, que desde el principio de la crisis anticipó la gravedad de la situación, ha sido uno de los pocos países en recomendar a sus ciudadanos que salgan de Japón. Las autoridades galas ya han evacuado a 400 de sus 3.000 nacionales residentes en Tokio con dos vuelos. Uno de ellos tenía como destino Corea del Sur y el otro aterrizó en París con un pasaje que incluía a 80 niños menores de doce años.

La mayoría de los países, sin embargo, han optado por aconsejar una pronta salida de Tokio en dirección a ciudades más sureñas como Osaka. Alemania ha pedido a sus nacionales que abandonen la capital «lo antes posible», mientras que Reino Unido aboga por «considerar» esta posibilidad. Los trenes que enlazan Tokio con las urbes más alejadas de la central circulaban ayer más llenos de lo habitual y con una elevada proporción de mujeres y niños, pero sin síntomas de un éxodo masivo de extranjeros.

Españoles en peligro

España prefiere establecer un perímetro de 120 kilómetros en torno a Fukushima. Según el Gobierno, los 2.000 españoles residentes en Japón deben evitar este área para prevenir posibles riesgos. La Embajada en Tokio solo tiene contabilizados a 33 nacionales en el norte de la isla y ninguno de ellos se habría visto afectado por el terremoto. Exteriores precisó ayer que 160 españoles tienen previsto abandonar mañana el país y quedarían alrededor de 50 pendientes de obtener billete.

La dificultad para lograr un pasaje es precisamente el problema al que se enfrentan los extranjeros que quieren salir de Japón. Un pasajero español explicaba a su llegada a Madrid que los billetes se han disparado hasta los 1.900 euros en cuestión de días. Además, compañías como Lufthansa han dejado de operar desde Tokio y sus aviones parten ahora desde Osaka -a 400 kilómetros de la capital- y Nagoya. La aerolínea alemana ha empezado a escanear sus aviones para detectar posibles aumentos de la radioactividad.

Los aviones fletados por los gobiernos no ofrecen plazas a las desorbitantes tarifas del mercado, pero tampoco son gratis. Reino Unido prepara varios vuelos chárter vía Hong Kong a 690 euros. Los pasajes no tienen coste alguno para los afectados por el seísmo. El Foreign Office, al igual que EE UU, ha establecido una distancia mínima de 80 kilómetros por los 20 del Gobierno japonés para alejarse de Fukushima. En cuanto al temor a que un escape llegue a Tokio, Londres cree que «en el peor de los escenarios existe el riesgo a una baja exposición» a partículas radioactivas.