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El papeleo retrasa el alumbrado de la autovía de San Fernando

Fomento atribuye a Endesa la culpa y la eléctrica asegura que aún no ha recibido la autorización de Industria

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Papeles y más papeles. La cola de espera es para todo el mundo, incluido para el Ministerio de Fomento. Las farolas que recorren la autovía CA-33 siguen apagadas por un trámite administrativo. La obra, que costó 1,5 millones de euros, está totalmente terminada y ya se ha firmado el convenio con los ayuntamientos de Cádiz y San Fernando que se harán cargo del pago del suministro. Solo falta la autorización de Industria para que el proceso pueda seguir su curso. Pero parece que se retrasa a pesar del compromiso de Fomento, que pretendía tenerlo a punto a principios de febrero.

El Ministerio se daba prisas con la finalización del proyectos después de que un joven motorista isleño perdiera la vida a finales del pasado enero. Ya un mes antes había fallecido un ciclista atropellado por otro vehículo que no lo vio venir. Precisamente, el diputado nacional por Cádiz, Salvador de la Encina, dijo que el alumbrado estaría listo a mediados de febrero, pero un mes después no ha prendido ni una sola farola.

Fuentes de Sevillana-Endesa confirmaron ayer que aún no han recibido el acta de puesta en servicio para dar la luz. «Se trata de un trámite que viene del Ministerio y no sabemos cuánto tiempo puede tardar -dijeron- lo mismo una semana que un mes».

Ya el diputado nacional, que preside también la Comisión de Fomento en el Congreso, avanzó que se había solicitado a la compañía el descargo de la línea, que es el trabajo previo de vaciado de energía para preparar el tendido antes de dar la luz. Aseguró entonces que ese trámite podría tardar un par de semanas, pero ya se había empezado a dilatar. Sin embargo, Endesa insiste en que no puede iniciarlo hasta que Industria le dé el visto bueno.

Previamente, Fomento se puso en contacto con los ayuntamientos de Cádiz y San Fernando para que asuman el gasto del suministro. Ambos han sido receptivos a esta iniciativa y han firmado los documentos para hacerse cargo del pago que empezarán a abonar cuando empiece a funcionar.

Tanto uno como otro consideran necesaria esta iluminación dado el nivel de siniestralidad de la vía. Ya hace casi tres de años se limitó la velocidad a 80 kilómetros por hora en la curva de Torregorda, pero no fue suficiente y este punto seguía apareciendo entre los tramos de mayor concentración de accidentes. Luego se colocaron señales luminosas y, por último, se instaló un radar que fue lo único que consiguió frenar a los conductores.

Desde 2007 se han producido una decena de accidentes en el entorno del kilómetro 5,8 donde falleció la última víctima.