Una huelga de limpieza deja sin clase a 7.000 niños en La Línea

La alarma llegó ayer desde el Campo de Gibraltar: casi 7.000 no pueden asistir a clase por motivos de salubridad. La causa, una huelga de limpieza y un conflicto enconado entre el alcalde de la ciudad, Alejandro Sánchez (PP), y los trabajadores que reclaman los retrasos sufridos durante meses en sus nóminas. Según Sánchez, los responsables son los dirigentes sindicales que, en el último episodio de la contienda en la que se ha convertido este problema de liquidez municipal, «impidieron que se limpiaran ocho centros». El resultado es que la Delegación de Educación, en atención a las peticiones de los claustros escolares y equipos directivos, decidió cerrar ayer los 16 colegios de Infantil y Primaria. Los directores de los centros temen, además de por la salud de los niños, por su seguridad, ya que en las puertas de los centros se han vivido situaciones muy violentas.

La delegada de Educación, Blanca Alcántara, aseguró que estaba muy preocupada «porque se está impidiendo que el alumnado disfrute de su derecho a la educación. Ahora bien, esto no está por encima de la salud o de poner en peligro a los niños. Y la situación era insostenible en los centros de La Línea». Exactamente, son 6.974 niños los que no pueden acceder a los colegios por la acumulación de basuras.

Ante la orden de cierre de los centros, el alcalde linense amenazó a la delegada con una denuncia por prevaricación, que Sánchez presentaría (en condicional, porque aún no hay constancia de que lo haya hecho) porque la responsable de Educación en Cádiz «no va a dejar a los niños linenses sin ir a los colegios por arbitrariedades». Y aseguró que se han solicitado medidas cautelares para dejar sin efecto esta decisión, «ante el desamparo evidente de las administraciones superiores», sentenció el alcalde de La Línea.

Ayer por la tarde, los directores enviaron un comunicado a los medios para apoyar la decisión de la Delegación en el que explicaron que ésta es «transitoria y excepcional». Los directores de los 16 colegios aseguran que el cierre es la «consecuencia directa del estado lamentable de salubridad e higiene de los centros, generado por la ausencia de servicios de limpieza y mantenimiento cuya responsabilidad compete exclusivamente al consistorio». Tras valorar el martes el estado de las instalaciones, solicitaron el cierre si persistía la situación e informaron «puntualmente de las gestiones realizadas, del empeoramiento del estado de los centros y de la presencia creciente de piquetes».

En este mismo sentido fue también la versión de la Delegación de Educación, desde donde se aseguró que este es un problema del ayuntamiento de La Línea que, «por desgracia, perjudica a los niños. Pero que tendrán que resolver ellos».

Según el alcalde, el problema estaría ya resuelto si los piquetes hubiesen dejado trabajar el lunes a la firma contratada para el mantenimiento de los colegios durante la huelga, «pero la negativa del comisario a acompañar a los equipos de limpieza ha producido una situación de desamparo que deberá ser resarcida en los tribunales de justicia». Sánchez también dijo que denunciará al comisario por no enviar a la Policía Nacional a los centros educativos. Y anoche pidió la dimisión del subdelegado del Gobierno en Cádiz, Sebastián Saucedo.