Blanco sitúa en 2020 la finalización del eje ferroviario del Mediterráneo

Desde Algeciras a Lión, pasando por Murcia, Valencia y Barcelona. El Gobierno presentó ayer el estudio técnico del Corredor ferroviario del Mediterráneo, un proyecto sin precedentes, el más ambicioso puesto en marcha nunca en España, según el ministro de Fomento, que discurrirá a lo largo de casi 1.300 kilómetros por cuatro comunidades autónomas (Cataluña, Valencia, Murcia y Andalucía) y aglutinará prácticamente la mitad de la población española y el 40% del PIB nacional.

La estimación del Ejecutivo es que el proyecto esté plenamente operativo en 2020, 16 años después de que se iniciara el diseño y ejecución de los primeros trabajos. Cuando el plan esté completado en su totalidad, se establecerá un itinerario continuo entre Almería y la frontera francesa para la circulación preferente de trenes de mercancías de ancho internacional y, a su vez, todo el arco mediterráneo estará conectado con trenes de viajeros de alta velocidad.

Serán 51.300 millones de euros de inversión, que permitirán la mejora y aumento de la cuota ferroviaria en el transporte de mercancías (en torno al 4% en la actualidad, frente al 17% previsto), facilitará la reducción de tiempo de viaje en el transporte de viajeros en todo mediterráneo, aumentará la demanda de transporte de viajeros (de tres a casi ocho millones anuales) y supondrá una apuesta por un transporte sostenible, orientado al respeto al medio ambiente y la eficiencia energética. Según afirmó el José Blanco, con la puesta en marcha del corredor, España dejará de emitir casi un millón de toneladas de CO2 al año.

La presentación del proyecto, que contó con los presidentes de Cataluña y Murcia, así como con los consejeros de Obras Públicas e Infraestructuras de la Comunidad Valenciana y Andalucía, se realiza dos meses antes de que la Comisión Europea decida si incluye el plan entre sus ejes prioritarios, lo que permitiría obtener financiación de la UE.

Blanco calificó la actuación como la obra que vertebrará todo el arco mediterráneo y marcará la España del siglo XXI, caracterizada por la descentralización. «Será un tren de competitividad y progreso», destacó. «Llevábamos 500 años de país centralizado», dijo. «Desde hace 30 estamos descentralizados y por primera vez damos paso a un sistema en red», señaló. «La vía Augusta del siglo XXI -añadió-, es el símbolo de la España en red que queremos, donde no haya kilómetro cero». Las cuatro administraciones autonómicas presentes destacaron la importancia del proyecto, al que se sumaron con decisión, porque es un proyecto de «progreso de país», «fundamental», «de interés nacional» y de «largo alcance».

«Gobierne quien gobierne en España o en las comunidades autónomas, esto no puede tener marcha atrás», recalcó Artur Mas. «Nos jugamos una artería que tiene que poner nuestra economía en el corazón de Europa», concluyó.

Actuaciones

Las primeras actuaciones del corredor ya se han ejecutado. Así, las inversiones por valor de 8.400 millones destinadas hasta la fecha han permitido que el tramo final del eje, el que lleva trenes de mercancías en ancho de vía europeo entre el puerto de Barcelona y la frontera, esté ya operativo. Además, en 2011, se licitará el estudio para el desarrollo del corredor por la costa andaluza, entre Algeciras, Málaga, Motril y Almería. En 2012, se pondrá en servicio la línea de AVE Barcelona-frontera francesa y en 2013 estarán en marcha las obras de duplicación entre Vandellós y Tarragona.

En 2012, el AVE llegará a Alicante, en 2014, a Murcia, y Fomento ha iniciado ya el proceso para licitar todo el tramo de alta velocidad Valencia-Castellón-Tarragona por un importe superior a 5.200 millones. Con esta actuación, no sólo se adelantará la ejecución de la nueva línea, según Fomento, sino que se potenciará la conexión, tanto de pasajeros como para mercancías, del AVE Valencia-Barcelona.