«Retratar a un amigo muerto es triste, pero también un honor»

«Cuando me lo ofrecieron se me puso un nudo en la garganta, retratar a un amigo muerto es triste, aunque también es motivo de alegría y un honor». Esos fueron los sentimientos de este artista multidisciplinar y autor de algunas de las esculturas más importantes, y polémicas de la ciudad. El pájaro jaula con el que homenajeó a la Constitución de 1978 es obra suya. También lo es el gigantesco candado de acero inoxidable con el que honra en la Glorieta de los periodistas a la libertad de expresión. La escultura que La Caleta exhibe del chiclanero Fernando Quiñones es otra de sus múltiples creaciones. ¿Le importan las críticas?, se le pregunta. «Depende de quien las emita, lo que se destila de las palabras depende de quien las diga. Es mejor pasar de ellas», destaca este escultor que se mueve con igual facilidad en el dibujo, el collage, la fotografía y la acuarela. «Cambio de disciplina según me lo pida el cuerpo. A veces con la misma idea toqueteo varias facetas. Si me sale bien la comida, me identifico con la cocina», bromea. Mientras ultima el proyecto de escultura de Carlos Edmundo de Ory, la obra de Quintero seguirá rodando por el mundo. Actualmente forma parte de la muestra de Dibujo Español contemporáneo 'Nulla dies Sine linea' que, tras su paso por Seúl, viajará a EE UU.