Asistentes a la Feria del Millonario de Moscú, un escaparate del lujo más refinado. :: REUTERS
Sociedad

Siete millones es poco dinero

Mil millonarios de EE UU sitúan en esa cifra el capital que creen suficiente para garantizar una buena posición económica

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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En euros o dólares, para los sufridos trabajadores asalariados alguien que posea en el banco una cuenta de ahorro que exceda los seis ceros entraría de lleno en la categoría de persona rica. O lo que es lo mismo, la suerte de privilegiados que si son hábiles a la hora de administrar sus cuentas podrían permitirse el lujo de llegar a viejos viviendo estupendamente de las rentas. Pero el punto de vista de un millonario acerca de dónde debe situarse el umbral de su fortuna hasta sentirse verdaderamente 'rico' es un asunto más resbaladizo, como acaba de demostrar una encuesta realizada a mil multimillonarios en Estados Unidos.

Nada menos que el 42% de los entrevistados consideran que poseer una cantidad por debajo de los 7 millones de dólares (unos 5 millones de euros) es poco menos que hablar de calderilla. Sólo cuando se superan los 7,5 millones aceptan de buena gana estos privilegiados que se les cuelgue la etiqueta de ricos.

«Cada uno de los entrevistados es, bajo todos los estándares, una persona que podríamos considerar rica en una sociedad desarrollada», asegura Sanjiv Mirchandani, presidente de Fidelity Investments, responsable del estudio. «Y sin embargo una gran mayoría no oculta su preocupación porque sus abultados recursos y ahorros puedan quedarse cortos cuando les llegue la edad de jubilación».

Los participantes, que respondieron a un pormenorizado cuestionario, tienen una edad media de 56 años y unos 3,5 millones de dólares en activos y otros recursos económicos. Otro interesante patrón que descubrió el estudio es que cuanto más mayores, más altas eran las exigencias de los encuestados para denominarse a sí mismos como personas ricas. «Cada persona mide su fortuna en relación al grupo social y de edad al que pertenece. Y siempre piensan sobre el largo periodo que les queda por vivir después de su jubilación, por lo que quieren más y más recursos» para costearse su tren de vida, apunta Mirchandani. De esta manera, el perfil del rico insatisfecho está más escorado al colectivo de los mayores de 60 años que tras una fructífera vida ven cómo les queda cada vez menos tiempo de hacerse más ricos.

Cada vez más optimistas

En el grupo más conforme con la fortuna amasada están los más jóvenes, no tanto por una extraña sabiduría derivada de un mayor conformismo sino simple y llanamente porque consideran que todavía les queda mucho tiempo de ganar más.

Con todo, los multimillonarios son ahora más optimistas que hace un par de años, cuando, agobiados por la incertidumbre de la recesión, mostraban poca confianza en su capacidad de generar suficiente riqueza para un futuro sin problemas.

La mejora de las perspectivas económicas en EE UU es el espejo en que se miran todos y, pese a que no hay indicios de una recuperación espectacular, todo indica que, gracias a las laxas políticas fiscales implementadas por George Bush y refrendadas por Obama, el número de millonarios crecerá exponencialmente. Nada que ver con las perspectivas para los parados o subempleados, que seguirán teniendo muy difícil llegar a fin de mes en la denominada primera economía del planeta.