Protesta viñista contra Rumasa
Unos 300 personas apoyaron a los socios de la Cooperativa Virgen de la Caridad en la manifestación de ayer en Sanlúcar
JEREZ. Actualizado: GuardarMás de 300 personas, entre viñistas y familiares, de la cooperativa Virgen de la Caridad de Sanlúcar se manifestaron ayer «de forma pacífica» para protestar contra los impagos de Nueva Rumasa, el grupo propiedad de los Ruiz-Mateos al que en 2009 vendieron el 100 por 100 de Bodegas Caydsa por 12 millones de euros para «sanear las cuentas».
Los representantes de la junta rectora de la cooperativa junto con el alcalde de Trebujena, Manuel Cárdenas, y Pladevi, la plataforma en defensa de la viña del Marco de Jerez, iniciaron la marcha en las instalaciones de la cooperativa portando una pancarta donde han acusado al grupo de «dejar a más de 700 familias (son los socios de la Caridad) en la ruina, abandonados y sin cobrar sus cosechas».
Tras cortar la carretera, los manifestantes se dirigieron hacia las dependencias de Caydsa, donde se han encerrado durante 20 minutos para exigir a gritos a Nueva Rumasa «que nos devuelvan nuestra casa» y que «pague lo que debe».
En declaraciones a los periodistas, el presidente de la junta rectora de la cooperativa, Juan Juez Sarmiento, confirmó que las negociaciones con Nueva Rumasa «están rotas» y que el último ofrecimiento del grupo, al que se han negado, ha sido proponerles que se queden con 3.600 botas de vino que hay en la bodega por valor de 400.000 euros para cobrar pagarés impagados de 700.000 euros.
Asimismo, Juez Sarmiento exigió apoyo de las administraciones para «refinanciar la deuda» tras asegurar que «estamos asfixiados», y lamentó que «prácticamente hayamos perdido la bodega, porque no la hemos cobrado y hasta los vinos».
Según explicó, a día de hoy, Nueva Rumasa tiene con ellos una deuda no atendida de 893.000 euros de la cosecha de 2009, a la que hay que sumar otros 809.000 de deuda vencida y no atendida. A ello restan por pagar los 11.400.000 euros de la venta de Caydsa a hacer frente en una década, de los que sólo se han cobrado 600.000 euros de la operación realizada en 2009.
De otro lado, ayer se supo que los trabajadores de la fábrica de Clesa en Sevilla han vuelto a formar parte de la empresa Corporación Alimentaria Peñasanta S.A. (Capsa), fabricante de yogures y postres de la marca Central Lechera Asturiana, después de que ambas firmas hayan adelantado la fecha del traspaso previsto para el 14 de junio.
Fuentes sindicales indicaron que desde el pasado sábado la plantilla se ha vuelto a reintegrar en Capsa y ahora esta firma aplicará el ERE acordado entre los trabajadores y la empresa en 2008. Según explicaron, miembros de Capsa se reunieron ayer con los trabajadores en Sevilla para informarles oficialmente sobre la nueva situación.
Asimismo, trabajadores y Capsa celebrarán en breve una reunión para dar forma a un nuevo documento en el que se explique la forma en que se les aplicara el ERE acordado, después de que en 2008 se acordaran prejubilaciones para los mayores de 55 años e indemnizaciones de 40 días por año trabajado para los menores de esa edad.