Esta imagen podría volver a repetirse a partir del 21 de marzo. :: JAVIER FERGO
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Empresa y plantilla intentan poner freno a la huelga de autobuses

Las partes se reunirán en el Sercla, aunque los trabajadores reconocen que las posturas siguen estando muy encontradas

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El paso por el Sercla (Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos de Andalucía) se está convirtiendo en un mero trámite en el caso de muchos de los conflictos laborales que mantienen en vilo a media ciudad y que desafortunadamente no logran dirimirse en este órgano. En la mañana de hoy, le tocará el turno a Urbanos Amarillos que está llamado a una nueva reunión con el comité de empresa con el objetivo de intentar llegar a un acuerdo que frene la enésima huelga convocada para el próximo 21 de marzo.

Sin embargo, los augurios no son buenos y el conflicto parece más enquistado que nunca. Ésa al menos es la percepción de los representantes de los trabajadores, como confirmó ayer el secretario del comité, Juan González, que no obstante quiso reiterar la predisposición dialogante de la plantilla. «La empresa no se ha dirigido a nosotros en ningún momento y lo más probable es que el próximo lunes estemos otra vez de huelga a las puertas del garaje, algo que será muy a nuestro pesar. Haremos todo lo posible para que no llegue ese día y esperamos que la reunión sea provechosa».

A pesar de esta actitud, reconocen que los puntos de fricción son prácticamente insalvables, pues como se recordará los empleados exigen a la empresa que cumpla el convenio establecido y ésta insiste en que aún no se ha aprobado de manera definitiva la concesión, y por tanto no está sujeta a ello. Los comerciantes, los grandes perjudicados de la huelga junto con los usuarios, aguardan con temor las noticias que puedan llegar y vaticinan una debacle económica absoluta si el conflicto no se soluciona a tiempo.