Mariano Rajoy revisa unos informes ante la mIrada de Dolores de Cospedal en la reunión de ayer de la junta directiva nacional del PP. :: EFE
ESPAÑA

El PP niega ahora que afronte los comicios de mayo como un plebiscito sobre Zapatero

Los populares rebajan la euforia y se olvidan de la ventaja que le dan las encuestas porque el partido en las urnas está «cero a cero»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Cambio de estrategia, al menos en los mensajes públicos. El PP rechaza ahora, en contra de lo manifestado en los dos últimos meses por Mariano Rajoy, José María Aznar y otros referentes populares, que pretenda convertir las elecciones municipales y autonómicas en una especie de primera vuelta de las generales.

El pasado febrero, líder del PP tanto en un encuentro con militantes en Toledo como durante la convención nacional que su partido celebró en Sevilla, dejó claro que, además de alcaldes y concejales, el 22 de mayo los españoles debían pronunciarse en las urnas sobre si aprobaban o no la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero. Ilustró esta idea con el contraste de que mientras los candidatos del PP se presentarán con «su aval personal», los del PSOE concurrirían con la carga de la política «de recortes sociales» que ha desarrollado el jefe del Ejecutivo desde que en mayo bajará el sueldo a los funcionarios y congelase las pensiones.

María Dolores de Cospedal, tras la reunión de la junta directiva nacional del PP, rechazó ayer que buscasen una suerte de plebiscito sobre Zapatero aunque dentro del cónclave, que siempre se celebra a puerta cerrada, volvió a sonar esa musiquilla. En cualquier caso, el mensaje se matizó más en púbico.

La número dos de los populares desveló que Rajoy había expuesto en el órgano de dirección una hoja de ruta clara de aquí hasta las elecciones del 22 de mayo. El objetivo es «hablar de lo que le interesa a la gente». Unas cuestiones que, a juicio de líder popular, se centran en empleo, pensiones, políticas sociales, restricción del gasto público y austeridad, establecer techos de gasto en todas las administraciones, simplificación administrativa y educación. «De esto es de lo que va a hablar el PP y si alguno piensa que eso es política nacional pues es su problema», explicó Cospedal tras insistir en que «otros, como es el caso del PSOE, están en otras cosas como en hacer oposición a la oposición».

Lo cierto es que la cúpula popular revisó el objetivo de la intensa precampaña que se avecina un día después de que José Blanco, vicesecretario general del PSOE, reprochara al PP que intentara hurtar el debate sobre las propuestas para los gobiernos autonómicos y ayuntamientos en pos de ese «plebiscito» contra el presidente del Gobierno. Blanco recordó que ni Rajoy ni José Luis Rodríguez Zapatero se presentan como alcaldes en Sevilla, Santiago de Compostela o Barcelona.

Esconder siglas

Cospedal evitó entrar al trapo, pero enfatizó que no se tienen noticia «en la historia del parlamentarismo moderno» que un partido que gobierna en España tenga unos candidatos autonómicos y locales «que quieran esconder las siglas de su partido y a su secretario general», en alusión al supuesto deseo de algunos aspirantes a presidentes autonómicos y a alcaldes del PSOE de no contar en sus mítines con Zapatero.

No obstante, aprovechó la tesitura para enviar un recado a José Blanco. Sus expresiones, dijo, son un ejemplo «del claro nerviosismo» de los socialistas, a los que aconsejó «humildemente» que como partido que está en el Gobierno dedique sus esfuerzos a explicarle a los españoles sus propuestas y alternativas «para acabar con el paro, la inflación o luchar contra un déficit público que ellos mismos han creado». Preguntada sobre cuál creía que va a ser el candidato del PSOE en las elecciones, Cospedal respondió que, «respetuosamente, importa bien poco». Para la dirigente popular, lo más importante es que el candidato del PP «será Mariano Rajoy».

El mensaje más claro que salió del cónclave popular es que varios dirigentes, con Rajoy a la cabeza, situaron la euforia como el principal enemigo del PP en esta precampaña. «Los sondeos están bien, pero el partido del 22-M está cero a cero», apostilló el líder de la oposición ante la junta directiva nacional. Durante su análisis, muy similar al que realizó en la última convención municipal celebrada en diciembre en Segovia, puntualizó que la amplia ventaja que los sondeos otorgan al PP corresponden a un supuesto nacional y no son extrapolables a las elecciones regionales y locales, donde concurren otros factores diferenciales como, por ejemplo, el afecto por los candidatos y la presencia de los independientes.