ESPAÑA

EN PRIMERA LÍNEA

SECRETARIO DE COMUNICACIÓN DEL SINDICATO UNIFICADO DE LA POLICIA (SUP) Actualizado: Guardar
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Hace algunas Navidades un comisario de la Comisaría General de Información mostraba a un responsable político del Ministerio del Interior cómo un grupo de policías de su unidad pasaban esos días literalmente tirados en un monte realizando vigilancias a la cúpula de ETA, una de las tantas que posteriormente fue desarticulada y puesta a buen recaudo. Siempre las Brigadas de Información de la Policía han sido la envidia del resto, el lugar en el que cualquier policía quería estar. Pero ¿qué está pasando en la actualidad, que por más concursos que se convoquen, por más comisiones de servicio que se publiquen, no se cubren las vacantes, las mismas tan deseadas en otros tiempos? La razón hay que buscarla en los métodos y formas de trabajo de estas unidades, donde se les está exigiendo más de lo que sería razonable pedir a cualquier trabajador, se trate o no de un funcionario público.

Se les piden sacrificios que muchos no están dispuestos a asumir. Un trabajo con horarios que suponen estar disponible las 24 horas del día, los 365 días del año y que ocasiona no pocos problemas familiares. Un trabajo en el que los resultados no son inmediatos, lo que llega a crear en ocasiones desánimo. Un trabajo en el que estamos solos mientras otros cuentan con la importante colaboración del CNI y un trabajo que a veces algunos se encargan de tirar por la borda con asuntos turbios o comentarios de tertulianos opinando si la operación policial de turno es oportuna o se debía haber esperado más tiempo.

En definitiva, existen grupos de trabajo en la Policía más cómodos, más vistosos, donde no se pide, como apuntó algún responsable policial, mercenarios, sino funcionarios al servicio de los ciudadanos. Pero a pesar de todo debemos apoyar sin reservas a quienes están en primera línea de la lucha contra el terrorismo porque nuestra seguridad y la paz dependen en buena medida de ellos.