![](/cadiz/prensa/noticias/201103/13/fotos/5427582.jpg)
«Me apasionan las viudas»
Máxim Huerta Periodista«Mi vida empieza cuando apago la luz del camerino, quién apaga la de mi habitación sólo me incumbe a mí»
Actualizado: GuardarSu aspecto atildado, como de chico que trabaja en un banco, es pura apariencia. Tras ella se esconde un escritor compulsivo y un tío de 40 años al que le gusta «perrear» y dice conocer todos los bares de su barrio. Seis años lleva el valenciano Máxim Huerta en 'El Programa de Ana Rosa' y ya va por su segunda novela. Se titula 'El susurro de la caracola'.
- ¿Se parece en algo a la anterior?
- Nada. Bueno, las dos hablan de la soledad femenina.
- ¿Y por qué le preocupa a un hombre la soledad femenina?
- Tal vez porque me he criado entre mujeres: mi madre, mi abuela, mis tías, mis tías abuelas... Soy de un círculo absolutamente femenino, rodeado de máquinas de coser, patrones y guisos. Estoy muy pegado a la genética femenina.
- Habrá devorado 'El tiempo entre costuras', de María Dueñas.
- Claro. Me gustaría haberlo escrito yo. No le miento, yo me sentaba de niño en las piernas de mi madre cuando cosía con la máquina y creo que con el ritmillo del triqui-traca me quedaba dormido. Mi nana ha sido el ruido de una máquina de coser. Todo eso lo he volcado en esta novela.
- ¿Estaban muy solas las mujeres de su familia?
- Algunas más que otras. Pero las mujeres estáis preparadas para la soledad. Un hombre solo parece un pez fuera del agua. Sin embargo, mire las viudas: son maravillosas. Si hay un personaje que me gusta y que creo que será protagonista de mi próxima novela es la viuda. Me apasionan las viudas, con esa sensación de desahogo, de haberse quitado a alguien de encima.
- ¿Qué susurra la caracola de su novela?
- Habla de una mujer que miente mucho, pero para sobrevivir. Ella se queda fascinada con un actor al que ve en un cartel en la Gran Vía de Madrid y se pone a perseguirlo.
- ¿No teme que le persigan a usted siendo tan famoso?
- No, porque vivir con miedo es como vivir a medias. Pero sí he recibido muchas cartas y mensajes de gente que insiste, que envía regalos, flores. Y hasta me piden matrimonio.
- ¿Le han pedido matrimonio? ¿De ambos sexos?
- Sí, pero eso es lo de menos. Me parece un gesto de cariño.
- ¿Cómo criándose entre costuras no ha salido diseñador?
- Porque soy muy torpe para la moda. Me visto con lo primero que encuentro. Ahí sí que me sale la parte masculina.
- Pues en la tele se le ve impecable.
- Tengo gente que me ayuda.
- Dicen que la tele le cambia a uno.
- Te cambian los años, no la tele. La tele solo cambia a los que ya venían raros de serie. Es un foco, no descubre tontos sino que los ilumina.
- Usted sale en la televisión muy seriecito y formal.
- Sí, y eso creo que me beneficia, porque así nunca nadie sospechará de mí.
- Bueno, se especula mucho sobre sus preferencias sexuales.
- ¡Qué divertido!
- Ya sabe que a Telecinco le llaman el gran armario.
- De eso ni he hablado ni hablaré. Gustar a hombres y mujeres me parece estupendo. Pero mi vida personal empieza cuando apago la luz del camerino. Luego, quién apaga la luz de mi habitación me incumbe sólo a mí.
- Pues su compañero Jesús Vázquez...
- Salió del armario, sí. Pero en un momento en el que hacerlo era sano y bueno. Ahora ya no toca.