Sociedad

Eva Yerbabuena imagina los estragos de la Guerra Civil

La bailaora tira de recuerdos para componer una obra en la que reivindica el derecho de los familiares de los represaliados a enterrar a sus muertos «cuando quieran y no cuando les digan»

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La abuela de Eva Yerbabuena era una mujer extrovertida, alegre y dada a la conversación. Salvo en aquellas ocasiones en las que la memoria le daba un calambrazo; un 'flash' de rabia y de pena que le oscurecía el gesto. Recordaba entonces a su marido, uno de los miles y miles de desaparecidos durante la primera fase de la represión de la Guerra Civil. «Fueron a buscarlo a casa, se lo llevaron y punto», explicó ayer. Con esa tragedia vivida de cerca como material dramático, la bailaora ha compuesto 'Cuando yo era...', el espectáculo que podrá verse esta noche a modo de clausura del Festival de Jerez.

En él los recuerdos, reales o ficticios, vuelven a ser el 'leit motiv' de una obra en la que el simbolismo de un torno de alfarero centra la escena. De él emerge Eva Yerbabuena dispuesta a moldear aquellas conciencias adormecidas partiendo de su fama de «mujer melancólica».

La última jornada de la muestra jerezana de baile flamenco y danza española se completa con la sesión, a partir del mediodía, del taller 'Comprende el flamenco. Aprende a distinguir los palos', impartido por Faustino Núñez en Centro Andaluz de Flamenco (CAF); y con una nueva exhibición, a partir de las siete de la tarde en la Sala Paúl, del taller de coreografía del maestro valenciano Javier Latorre.

En 'Cuando yo era...', Eva Yerbabuena recupera ese aire nostálgico que la caracteriza para, bajo el trasfondo de la pérdida de familiares de víctimas de la Guerra Civil española, reflexionar una vez más sobre las ausencias, el movimiento y la búsqueda. «¿Qué ocurrió en realidad? ¿Por qué tuvo que pasar? ¿Qué habría sucedido si todo hubiera sido diferente?», se plantea Yerbabuena en una obra que encierra, como suele suceder en sus creaciones, más interrogantes que respuestas.

Coreografías de barro

Para este trabajo, la bailaora y coreógrafa granadina ha vuelto a contar con su equipo habitual, que encabeza la guitarra de Paco Jarana. Precisamente de sus notas arranca la partitura del espectáculo, al que además se incorpora la dirección escénica de Juan Ruesga. En 'El taller del alfarero', una de las escenas clave de la producción y con el barro como protagonista y guía del hilo argumental de la propuesta, es donde el director escénico reconoce que Eva «despliega todo su misterio», dentro de una obra concebida, explica, «como una estructura de círculos concéntricos, donde la bailaora y la pella de barro girando conforman un importante paralelismo visual».

A lo largo de ocho números coreográficos, Yerbabuena imprime en el espectáculo su personal visión de la contienda civil en relación con sus sentimientos más íntimos «y la superación de la pérdida/ausencia de los seres queridos en confrontación con el alumbramiento de una nueva vida». Sobre el escenario podrá verse una pella de barro girando sobre un torno, que dará vueltas para que la mano moldee la imagen, una imagen que girará y se moverá, a ritmo de serranas, tangos, fandangos, bulerías. En definitiva, entre palos por «donde uno se pierde», precisó la bailaora ante los medios de comunicación.

Como ha explicado, su última propuesta «no es fácil» y en ella utiliza dos lenguajes. Uno, el de su baile. El otro lo aporta el barro, un elemento que, a su juicio, «construye y destruye». «Modelamos el barro como el tiempo nos modela a nosotros», añadió. Y tiempo y barro van de la mano en 'Cuando yo era.', el retrato de una niña que se convirtió en «testigo invisible» de las conversaciones de sus mayores acerca de los duros sucesos acaecidos a su familia durante la Guerra Civil. De su sabuela Rosario escuchaba el relato de la pérdida de su marido. «Lo escuchaba como un cuento. Luego, me he dado cuenta de la tragedia que había detrás. De eso nace el espectáculo».