José Luis Alonso de Santos y Enrique Miranda son los impulsores del proyecto. :: LA VOZ
ENTREVISTA

«'Los conserjes de San Felipe' es una obra del pueblo y para el pueblo»

El dramaturgo vallisoletano ha escrito y dirigirá, la obra que aspira a convertirse en el referente teatral del Bicentenario José Luis Alonso de Santos Dramaturgo y director teatral

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Un Premio Nacional de Teatro, con casa en El Puerto y amigos gaditanos, uno de los impulsores del festival más importante de la provincia, un Midas de la escena, una firma que, aún en vida, se estudia en las aulas de medio país. 'Bajarse al moro', 'Salvajes', 'La estanquera de Vallecas' o 'La cena de los generales' son algunas de sus obras más aclamadas y ahora, con 'Los conserjes de San Felipe', aspira a hacerse un hueco en el panorama cultural del Doce. El dramaturgo vallisoletano José Luis Alonso de Santos es autor y director de esta proyecto teatral que está promovido por Olvido Producciones, de la que es responsable el portuense Enrique Miranda. El libro ya está en la imprenta de Cátedra y la preparación de la escenografía aguarda a estos dos amigos y colaboradores. Héroes anónimos, guerra, muerte, carnaval, dolor, una historia de amor, y de humor, lucha por la libertad y una impresionante puesta en escena 'made in' José Luis Alonso de Santos.

-¿En qué fase se encuentra el proyecto de 'Los conserjes de San Felipe?

-Yo soy el autor y director de esta obra que tiene tres dimensiones. La primera es la que ya he concluido. Se trata de la parte teatral, descripción de personajes, la lectura... La segunda tiene que ver con el apartado musical. La obra va a llevar cante, baile y carnaval. Para introducir todo eso necesito ayuda, ¡soy de Valladolid! La última es la parte escenográfica. 'Los conserjes de San Felipe' va incluir imágenes audiovisuales para ambientar aún más la obra. Todo esto tiene tela, la Constitución, la relación con los franceses...

-Parte de una historia triste, la propia situación de guerra es una tragedia, ¿qué tono domina la obra?

-Mi estilo es la tragicomedia, así está contado, aunque esta obra es también teatro musical, algo de teatro épico e, inevitablemente, tiene una dimensión política. Además, tiene un sentido romántico. En todas las obras debe haber una historia de amor de por medio.

-Recrea unos acontecimientos y una época a través de personajes que no han pasado a la historia por sus hazañas, sino a través del pueblo.

-No es mi intención impartir una lección de historia ni hacer una novela. En esta ocasión los protagonistas son los conserjes de San Felipe, las personas que estaban en un segundo plano mientras se discutía la Constitución y se libraba una guerra en la calle. En todo este tinglado, presto voz a los conserjes. Es una obra del pueblo y para el pueblo.

-Habla de una historia de amor, ¿en pleno periodo bélico?

-Precisamente por esa razón. El amor es la puerta al futuro, es la esperanza. En medio del dolor también hay abrazos y cariño.

-Adelante la trama del romance, por favor.

-La idea es demostrar que la libertad es relativa. En pleno proceso liberal, un diputado no está precisamente contento de que su hija esté enamorada de un personaje de procedencia humilde.

-¿Cómo surgió la idea de partir del episodio del fusilamiento de los ujieres?

-Quiero dejar claro que Enrique Miranda es el motor de todo este proyecto. Es un luchador y entusiasta que me ha arrancado de otras cosas para dedicarme a esto. Empezamos a buscar obras de la época y cuando ya me encontré 'embarazado', desarrollé una importante labor de documentación. Acumulé mucho material y encontré como leit motiv el hecho de que Cádiz en 1812 fue la cuna del liberalismo, de la cultura, de la Constitución, de la masonería. Que entonces Cádiz era el Nueva York de la época, el centro del mundo. Sin embargo, en esos años se viven también una guerra y todas las penalidades que ello conlleva. El título de la obra es 'Los conserjes de San Felipe (Cádiz 1812)'. Eso es lo que quiero dimensionar, el contraste entre lo grande de todos esos acontecimientos tan importantes y lo pequeño de la vida de cada uno.

-De esa tesis se desprende un duro trabajo...

-Sí, lo tiene. Tiene mucho trabajo de documentación y de estudio. Es una aventura muy complicada para la que ya he invertido dos años.

-¿Tiene la obra una moraleja o, mejor dicho, alguna intención?

-Tiene varias, pero la más importante la tenemos que descubrir con la obra, no la puedo contar. Todo lo que hemos tiene una intención. En este caso, la primera es la de elaborar un espectáculo artístico, otra la de entretener al público y la última, decir algo. Todo obra muestra nuestro punto de vista sobre el mundo.

Posible escenario

-Por ejemplo, ¿quiere contar que la historia y sus errores no dejan de repetirse?

-Las obras siempre dicen algo por encima de lo que cuenta la historia. Con 'Los conserjes de San Felipe' quiero decir que estoy con el pueblo de Cádiz, que estoy con los que sufren, con la gente que se lleva los palos. Estoy del lado de los que no recuerda la historia, los que acaban enterrados, intento poner voz a los que no tienen.

-'Bajarse al moro', 'Salvajes' y otras muchas han sido llevadas al cine, ¿ve a 'Los conserjes de San Felipe' en la gran pantalla?

-Por ahora, el libro ya está en la imprenta para ser editado por Cátedra, una de las más importantes del país. A lo mejor, como esos ejemplos, alguien se interesa y tiene cabida en el cine, pero no me preocupa. Yo escribo para el teatro, todo lo demás es añadido.

-La producción será 100% gaditana, ¿tiene algún escenario predilecto para el estreno?

-Esta obra es para los gaditanos, para los descendientes de aquellos conserjes. Por eso espero que ya sea en el estreno o más adelante puede representarse en el Gran Teatro Falla.

-¿Aspiran a que se convierta en la dramaturgia de referencia de esta efeméride?

-Creo que va a ser difícil que la superen. Se trata de una obra escrita por un autor actual y que va a ser representada por gente de Cádiz. Al final escribo: '2010, en El Puerto de Santa María'. No creo que con estas características, alguien puede llegar a tiempo.