Tragedia en Japón

Japón fue escenario ayer de un terremoto de magnitud 8,9 en la escala de Richter, el mayor que ha padecido el país desde que existen registros. El seísmo provocó un gigantesco maremoto que ha devastado la costa oriental de las islas del Japón y se ha extendido por todo el océano, con consecuencias en América y Oceanía que al escribirse estas líneas no se han podido todavía evaluar. Japón, situado al borde de una gran falla geológica, ha conseguido grandes avances en la construcción de estructuras sismorresistentes, que, por su flexibilidad, aguantan sin colapsar los terremotos. Sin embargo, la magnitud de este último y, sobre todo, la fuerza del tsunami han causado una destrucción sin precedentes con centenares de víctimas y desaparecidos, que todavía no es posible precisar. De cualquier modo, si Japón no fuera un país tan tecnológicamente avanzado y no hubiera invertido en prevención sísmica, el desastre hubiera sido todavía mucho mayor, lo que ha de ser un acicate para dotar a los países en desarrollo de sistemas constructivos capaces de resistir estas catástrofes naturales.