«El 90% de las víctimas sigue en tratamiento»
Silvia Álvarez Psicóloga Asociación 11M
Actualizado: GuardarSilvia Álvarez (Madrid, 1977) es una suerte de mecánico de almas. Desde hace dos años lleva adelante un proyecto con la UNED para 'revaluar' a las víctimas de los atentados del 11 de marzo, a los que atiende en la sede de la Asociación 11M.
-¿Cómo viven sus pacientes el recuerdo del atentado?
-Ocurrió hace siete años, algunos lo viven como si hubiera pasado hace una semana.
-¿Qué síntomas padecen?
-Abuso de sustancias, rasgos psicóticos, depresión, el 100% sufre ansiedad, agorafobia, claustrofobia, miedo a los ruidos fuertes, a los olores a humos, a carne quemada, a que se apague la luz, problemas de sueño, pesadillas... La lista es larga.
-¿También enfermedades no psicológicas?
-Han desarrollado patologías psicosomáticas. Muchos de ellos tienen más enfermedades víricas, de piel, muchísimos casos de cáncer... Muchos tienen cuadros parecidos. Son demasiadas coincidencias. La sensación de vulnerabilidad afecta al sistema inmunológico y a la vida personal. Hay muchísimos divorcios, muchas pérdidas de trabajo.
-¿Qué porcentaje de las víctimas han necesitado tratamiento psicológico?
-El 100% de los que escucharon el ruido o vieron los muertos o los mutilados han tenido que acudir o han necesitado un psicólogo.
-¿Y cuántos siguen en terapia siete años después?
-Calculamos que se han curado entre un 5 y un 10% de los afectados. El 90% sigue en terapia o la necesita, aunque la rechace. Para salir adelante, lo primero que tienen que saber es que no hay que vivir con esto. Todos los síntomas se pueden curar.
-¿Hay gente que no quiere acudir al psicólogo?
-Hay un factor cultural que impide a algunas familias quitarse el dolor. Es como una ofensa. Otros viven en la autocompasión y no se les puede sacar de ahí. Esto se cura, pero hay que querer. También han pasado por muchos psicólogos que lo han hecho mal. Por ejemplo, les obligaban a subirse en los trenes.
-¿Ahora ya se suben?
-Todos se acuerdan si se montan y el 80% o no puede viajar en tren o no lo hace con normalidad. Necesitan compañía, un libro, música... Cuando se para el tren o si se apagan las luces entran con mucha facilidad en crisis de ansiedad.
-¿Y ese sentimiento de culpa?
-Todos lo sienten. Los que salieron corriendo, porque no ayudaron a alguien. Los que volvieron y entonces fueron heridos, por haber entrado ahí. El cuerpo sale corriendo por instinto, pero muchas veces eso no se integra con una visión racional de la situación. Hay gente que se siente culpable por el hecho de haber salido vivos.