Portugal logra colocar su deuda pero paga un tipo de interés más caro
El diferencial del bono español a diez años con el título alemán del mismo plazo escaló a los 220 puntos básicos
LISBOA. Actualizado: GuardarPortugal logró captar ayer 1.000 millones de euros de deuda a medio plazo. Tuvo que pagar un interés elevado por la creciente inquietud de los mercados sobre la solvencia del país, pero no hubo carencia de demanda. Sin disiparse por completo el temor a un contagio se atenuó, y el riesgo de la deuda española -diferencia entre la rentabilidad a pagar por el bono a diez años respecto al título alemán del mismo plazo- quedó en 220 puntos básicos, ligeramente por encima de las últimas jornadas.
El Tesoro luso tuvo que pagar en las obligaciones a dos años y medio un interés del 5,993%, muy superior al 4,086% que abonó en septiembre de 2010 en una similar colocación de títulos. Con todo, la demanda fue 1,6 veces superior a la oferta, según informó el Instituto portugués de gestión de crédito público. Esta emisión había despertado gran expectación por el rebrote de las tensiones en el mercado de la deuda lusa.
Portugal, muy endeudado y amenazado de recesión, es considerado como el próximo país de la zona euro susceptible de pedir una ayuda exterior para resolver sus problemas presupuestarios, pese las reiteradas denegaciones en este sentido de sus autoridades. Desde hace un mes, los tipos del bono luso a 10 años se colocan a un precio superior al 7%, un nivel considerado insostenible por los economistas que creen que, en breve plazo, se verá obligado a acudir a un plan de rescate, como ya ocurrió con Grecia e Irlanda.
En este contexto inquietante, los líderes de la zona euro se reúnen mañana en Bruselas, y los mercados esperan que, finalmente, aporten una respuesta firme a la crisis de la deuda. La semana pasada, la agencia de calificación Standard and Poor's ya advirtió de que podría reducir la nota de la deuda soberana de Portugal, en función de las decisiones adoptadas en Bruselas, y expresó su preocupación ante una eventual restructuración de la deuda portuguesa.
Portugal, que se comprometió a reducir su déficit público hasta el 4,6% del PIB a finales de 2011, espera evitar el recurso a un plan de rescate si los dirigentes europeos se ponen de acuerdo y lanzan un mensaje firme de apoyo a los países periféricos de la zona euro. Lisboa aboga por una ampliación y, sobre todo, una flexibilización del futuro mecanismo de ayuda que permitiría la compra directa de la deuda de los países más frágiles, eludiendo así las presiones de los mercados.
Hasta finales de junio, Portugal debe devolver 3.800 millones de euros en bonos del tesoro y 9.000 millones en obligaciones.