Nueva pesadilla aérea
El pulso entre AENA y el Gobierno vuelve a poner a los ciudadanos como futuros rehenes
Actualizado: GuardarLos sindicatos CC OO, UGT y USO, que representan a los cerca de 12.500 trabajadores de AENA, excluidos los controladores aéreos que tienen su propia organización gremial, presentaron ayer en el Ministerio de Trabajo un preaviso de convocatoria de huelga contra la privatización parcial de su empresa, acordada por el Gobierno, para cinco días de abril -entre ellos el miércoles, el jueves y el domingo de Semana Santa-, otros cinco de mayo, tres de junio, seis de julio y tres de agosto. Ello significa que estos trabajadores, que tienen un estatus de funcionarios y han quedado por tanto a cubierto de las graves consecuencias de la crisis en las empresas privadas, han decidido tomar en rehén a los ciudadanos durante las vacaciones de Semana Santa y quién sabe si en las de verano, y comprometer seriamente el negocio turístico, un sector que por fortuna se ha recuperado de la crisis y está contribuyendo decisivamente a fortalecer el incipiente crecimiento de nuestra economía. Dicen los sindicatos que el ministro Blanco no ha negociado con ellos los términos de la privatización de AENA, y de ahí su enfado. Ha hecho mal el Gobierno no informando, siquiera por cortesía, a los empleados de la empresa pública de sus proyectos, que en todo caso mantienen el carácter público de AENA ya que más del 50% de sus acciones seguirá en manos del Estado. Pero es intolerable que la desazón laboral se convierta de entrada en una agresión a los ciudadanos. No se entendería sin embargo tanta agresividad sindical sin el precedente que han sentado los controladores: una huelga salvaje, manifiestamente ilegal, en un puente festivo el pasado diciembre ha quedado de momento impune y los huelguistas han obtenido además un buen convenio que contempla un salario medio que duplica con creces el de un ministro del Gobierno. A la vista de todo ello, es lógico que los otros trabajadores de AENA lancen también un trágala al Ejecutivo, dado que también son capaces de paralizar el transporte aéreo, doblegará cualquier resistencia del poder. Llueve sobre mojado, y tampoco esta vez el ministro Blanco ha sabido capear el temporal. Habrá que ver si es capaz, finalmente, de recuperar la bonanza ya que hay todavía tiempo de sobra para ello.