MUNDO

Repliegue desordenado de los rebeldes

Las fuerzas de Gadafi impiden el asalto de los sublevados a Sirte y les hacen retroceder a Ras Lanuf

EL CAIRO. Actualizado: Guardar
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La comunidad internacional observa con preocupación e impaciencia cómo el conflicto libio se eterniza y, lo que es peor, que el final de Muamar Gadafi parece estar aún lejos. Y es que en los últimos días las fuerzas gubernamentales han pasado claramente al ataque y merced a su mayor poderío han frenado el avance rebelde con el objetivo de controlar las explotaciones petroleras.

Ayer, la fuerza aérea leal al coronel hizo que los sublevados no lograran alcanzar su objetivo de Sirte y les obligó a detenerse en Ben Yauad y posteriormente a replegarse hasta la terminal petrolera de Ras Lanuf. Según la cadena catarí Al-Jaazeera, los milicianos escaparon desordenadamente del ataque de los helicópteros y aviones de los gadafistas.

La pérdida del enclave de Ras Lanuf, conquistado el pasado viernes por los insurgentes, es muy importante para los revolucionarios, pues cuenta con dos aeródromos y está a 640 kilómetros de Trípoli y a 200 de Sirte, localidad natal del dictador. Pero ante el despliegue del poderío bélico que conserva Gadafi poco pueden hacer milicianos pertrechados únicamente con alta moral de combate pero escaso adiestramiento e indefensión.

Cerco a Misrata

Sin embargo, es en Misrata en donde los combates son aparentemente más intensos, según testimonios recabados por Al-Jazeera. Misrata, que se unió a la revuelta de la que quedó aislada, fue atacada ayer por el este y el sur. También las fuerzas oficiales se lanzaron de nuevo apoyadas por blindados sobre la cercada ciudad occidental de Zauiya, donde ya existen graves problemas de abastecimiento y comunicaciones. Vecinos de la localidad contactados por la televisión catarí pedían auxilio exterior, mientras algunos testigos hablan de situación desesperada, ya que las tropas del dictador «destruyen todo». «Los revolucionarios hacen lo que pueden para impedir que lleguen al centro de la ciudad», dicen, pero no es suficiente.

Desde Trípoli, Gadafi ha blandido el espectro de la inmigración masiva a Europa al afirmar que «miles de personas van a invadir Europa desde Libia», sin que «nadie los detenga».

En una entrevista concedida al semanario francés 'Le Journal du dimanche', el coronel advierte de que «si se amenaza, si se desestabiliza, iremos a la confusión, a Bin Laden, a los grupúsculos armados (...) Ustedes tendrán la inmigración, miles de personas van a invadir Europa desde Libia. Y ya no habrá nadie para detenerlos», puntualizó.

Mientras, el actual presidente del consejo de transición y dimitido ministro de Justicia, Mustafa Abdeljalil, teme que Gadafi cometa un genocidio antes de morir. «Pero no hay más alternativa, es un asunto de victoria o muerte, y los revolucionarios no piensan parar hasta no haber liberado al país entero», subrayó.