Las dos torres, seguridad y nadie de 'La Pepa'

Aunque los más rezagados, entre ellos la mayoría de niños presentes en el acto, estaban más pendientes de las armas y vestuarios (uniformes de gala incluidos para los mandos) de los soldados, lo cierto es que ayer la Plaza Mayor brilló como pocas veces lo ha hecho. Al grito de 'Viva España', los militares encogieron los corazones de más de uno, e hicieron patria en una ciudad poco acostumbrada a actos multitudinarios. La expectación era grande. El desfile de hace una semana supo a poco, y la recreación de la batalla, con cañonazos y soldados de otra época, también. Ayer sábado era el día propicio. Se cumplían los 200 años de una batalla histórica, recuperada del olvido por los políticos. En los próximos años la Iglesia Mayor contará con las dos torres que faltan en su proyecto original, y que no pudieron ser construidas por la hambruna que trajo consigo la invasión francesa. Además, ayer llamó la atención el enorme despliegue de seguridad que blindó el centro de la ciudad, con perros especializados en la detección de explosivos incluidos. Se echó de menos, eso sí, una mayor representación del Bicentenario de 'La Pepa'; y es que esta celebración hermana, que se lleva desde hace meses todo el protagonismo, pasó ayer de puntillas por Chiclana.