España cumple sus objetivos de déficit pese al 'agujero' en las cuentas autonómicas

España cumplió en 2010 por los pelos los objetivos de recorte de déficit fijados por el Gobierno. El conjunto de las administraciones públicas registró el año pasado un saldo negativo de 98.227 millones de euros, equivalente al 9,27% del PIB, un porcentaje ligeramente inferior al 9,3% comprometido ante la Comisión Europea en el programa de consolidación fiscal. El Estado hizo sus deberes y cumplió su parte del trato con holgura, casi un punto del PIB. Pero esa diligencia no sirvió para sanear más allá de lo previsto las cuentas públicas, ya que el margen hubo que dedicarlo a tapar el agujero derivado del excesivo gasto autonómico.

El lastre para la estabilización de las cuentas públicas que suponen las comunidades autónomas quedó patente en el balance acumulado provisional de su ejecución presupuestaria al cierre del ejercicio: una desviación respecto del objetivo de 30.097 millones, equivalente al 2,83% del total de su PIB, es decir, 4,3 décimas por encima del límite establecido por el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). La vicepresidenta primera, Elena Salgado, matizó durante la presentación de los datos que dentro de ese resultado global hay grandes diferencias, pues algunos territorios han exhibido una disciplina presupuestaria ejemplar mientras otros incumplían todos sus compromisos.

En este grupo de autonomías menos disciplinadas, que cerraron 2010 con una diferencia considerable respecto de los objetivos, destacan cuatro, Castilla-La Mancha (6,47%), Murcia (4,95%), Baleares (4,16%) y Cataluña (3,86%). Elena Salgado subrayó que estos territorios deberán adoptar medidas «firmes» y presentar planes de reequilibrio para reconducir su elevado déficit.

Entidades locales

Otras cuatro autonomías, Aragón (3,07%), Navarra (3,5%), La Rioja (3,26%) y Comunidad Valenciana (3,47%), sufren una «desviación considerable» y necesitarán «una actuación decidida» para reconducir el déficit. Andalucía (2,99% y 2,74%) se ha apartado «ligeramente» de las metas fijadas. El déficit de las entidades locales fue del 0,64%, cuatro centésimas por encima de la previsión del 0,6%.

Salgado anunció que el Gobierno ha decidido tomar cartas en el asunto e incrementará el control sobre los entes territoriales, para evitar que sus presupuestos continúen siendo un lastre para el conjunto de las administraciones. En adelante, las comunidades estarán sometidas a un control de sus planes de reequilibrio cada tres meses -hasta ahora era semestral- y deberán publicar los detalles de esas medidas y mejorar la información sobre ejecución presupuestaria.

Más alentadores son los resultados cosechados por la administración central. En 2010 registró un agujero en sus presupuestos de 52.798 millones (4,97% del PIB), casi un punto menos que el 5,9% previsto en el programa, y cerca de la mitad (48.512 millones menos) que el 9,4% de 2009. El mejor comportamiento de la administración central se explica, en primer lugar, por la evolución de los ingresos no financieros del Estado, que se incrementaron un 34,2% respecto a 2009, gracias al dinamismo de la recaudación por IVA y al efecto de las medidas normativas puestas en marcha por el Gobierno en el ejercicio pasado, que tuvieron un efecto neto en la recaudación de 6.140 millones. En segundo lugar, por la contención del gasto público, que se concretó en una contracción del 6%, con reducciones en casi todas las partidas salvo gastos financieros.

La Seguridad Social cerró con un déficit de 2.588 millones, un 0,24% del PIB. Ese balance se explica por la aportación negativa del Servicio de Empleo Estatal (0,29%) y, en menor medida, del Fondo de Garantía Salarial (0,06%), ya que el sistema de Seguridad Social tuvo un superávit de 1.181 millones (0,11%).

El crecimiento de la deuda pública se moderó, y alcanzó el 46% del PIB en el caso del Estado. Para el conjunto de las administraciones llegó al 60%, 2,8 puntos inferior a la previsión. Con ese resultado, el porcentaje de la deuda respecto del PIB está ahora 24 puntos por debajo de la media europea.