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El Cádiz tira del mínimo esfuerzo para llevarse los tres puntos ante el Poli
Un gol de penalti permite a los cadistas sumar su tercer triunfo consecutivo y abrir una brecha de cinco puntos con el Ceuta
CÁIDZ. Actualizado: GuardarMás lejos de Ceuta y Roquetas, más cerca del 'play off'. El Cádiz suma su tercera victoria consecutiva en esta noria en la que se subió desde principios de temporada. Se despega del cuarto, San Roque, que empató en campo del líder, y distancia a cinco puntos al conjunto caballa, su próximo rival, que tropezó con los roqueteros. Pero qué va, todavía no hay motivos verdaderos para expandir la sonrisa. No, no es suficiente para que la euforia se desborde. Será difícil salir de las cloacas y que nadie olvide que no se hará de forma impoluta.
El cuadro de Jose González comienza a controlar la mediocridad de esta categoría, despachando aunque con más agobios de los previstos a equipos de circunstancias. Pero mantiene esa incertidumbre por acostumbrarse a jugar al filo de la navaja, más afilada y traicionera a medida que se acerca la primavera. Y la operación que maneja ahora es bien sencilla: si se sufre con estas vaquillas, ¿cómo lo pasaremos con los morlacos que probablemente vengan a finales de mayo?
Tocaba con velocidad (y poco acierto) en la medular y los futbolistas de ataque dejaban la cobardía y se atrevían a improvisar. Eso otorgaba mayor profundidad a los amarillos, que metían el miedo en el cuerpo del Poli con la estrategia, perfectamente ejecutada por Juanse.
Pero el gol no llegaba, y esos nervios amenazaban con reaparecer. El cuadro almeriense se defendía bien tras los primeros instantes de titubeo y regresaban los problemas de circulación, con la espesura de siempre.
El sopor volvía a Carranza. El aburrimiento fatal, el que vacía las gradas del estadio paulatinamente. Ya no había ideas. Y el Cádiz era un rival tan bueno para el Poli, que los almerienses le brindaban un regalo muy especial antes del descanso. En una falta sacada en corto por Carlos, Enrique se adentraba en el área pero Moreno detenía su avance con un agarrón tan claro como innecesario. La pena máxima la transformaba Juanse para estrenarse como goleador en el coliseo gaditano.
Resultadismo
El tanto sesgaba cualquier crítica para quienes ya se agarran exclusivamente al resultado, pero no ocultaba los problemas de personalidad de este vestuario, sin carácter, temeroso ante la adversidad.