La opción militar emerge en Europa
Los Veintisiete admiten que estudian el despliegue de tropas para rescatar a sus ciudadanos en el «peor escenario»
BRUSELAS. Actualizado: GuardarLa opción militar ya está sobre la mesa. Sería en un caso extremo y probablemente con el régimen de Muamar Gadafi entregado a la locura, pero la Unión Europea no quiere cerrar los ojos ante ninguna posibilidad. Las instituciones comunitarias admitieron ayer que el escenario de una intervención armada figura entre sus análisis de probabilidades, aunque subrayaron que previamente se necesitaría un mandato internacional. La OTAN atemperó rápidamente las hipótesis manejadas por Bruselas y precisó que no han recibido ninguna petición para planificar un desembarco en Libia.
La UE no es que se haya lanzado de pronto a considerar la acción militar como algo inmediatamente necesario, pero quiere tener todos los flancos cubiertos. Según los últimos datos difundidos en la capital comunitaria, todavía quedan entre 5.000 y 6.000 europeos en el país norteafricano, una circunstancia que preocupa mucho a todos los socios. Fuentes diplomáticas explicaban que su obligación también es trabajar sobre el «peor escenario» posible. Es decir, que los Veintisiete tuvieran que acudir a rescatar por la fuerza a sus ciudadanos.
Los responsables comunitarios matizaron que la situación actual no es de crisis humanitaria y que, por tanto, la opción militar emerge simplemente sobre el papel. La OTAN abonó esta tesis al recordar que el conflicto libio «no puede considerarse una amenaza directa contra ningún país aliado». Además, su secretario general, el danés Anders Fogh Rasmussen, subrayó que cualquier despliegue de tropas necesitaría el respaldo de la ONU.
Si bien la posibilidad de utilizar la fuerza parece lejana, el factor militar toma cuerpo en los planes para evacuar rápidamente a los ciudadanos extranjeros. La Comisión Europea explicó ayer que buscan aviones y barcos por toda la región para acelerar las repatriaciones. En este contexto, también se estudia la posibilidad de que navíos de guerra puedan participar en el rescate si están disponibles por la zona. Algunas voces, incluso, evocan el papel desempeñado por los ejércitos tras el terremoto de Haití como modelo para una misión humanitaria necesitada de despliegue militar.
Buque chino
Los Veintisete, en su afán por culminar cuanto antes la repatriaciones, anunciaron que ya han llegado a un acuerdo con un barco chino que navega por la zona para que pueda recoger hasta 500 personas si fuera necesario. Paralelamente, las instituciones comunitarias han activado el Centro de Monitorización e Información, el organismo europeo de Protección Civil que se pone en marcha para hacer frente a crisis y catástrofes.
En el plano diplomático, la UE también ha dado un acelerón a los contactos con Estados Unidos y Rusia para articular una posible estrategia común. La alta representante comunitaria para la Política Exterior, Catherine Ashton, acordó ayer reunirse con Hillary Clinton el próximo lunes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que se celebrará en Ginebra. Es más que probable que en este foro pueda avanzarse hacia la imposición de sanciones al régimen de Gadafi por sus ataques contra los civiles.
Rusia, que en los últimos años era uno de los principales socios petrolíferos de Trípoli, también se unió ayer a la UE con una declaración conjunta de condena del «uso de la fuerza» contra los manifestantes. No obstante, el primer ministro del gigante eslavo, Vladímir Putin, aprovechó su estancia en Bruselas para recordar que elementos terroristas -al igual que en el Cáucaso Norte, aseguró- pueden estar vinculados con las revueltas populares.