Más de 300 alumnos comparten diez aseos en el colegio Al-Ándalus

Ya no pueden más. Los padres y madres de alumnos del colegio Ál-Andalus (antiguo Grupo Franco) llevan tres años esperando a que les arreglen dos de los cuatro baños de los que dispone el colegio. La reclamación ha pasado de ser importante a urgente ya que es el cuarto curso escolar que avanza sin que sepan ni siquiera la fecha de inicio o el presupuesto de la reparación.

Concretamente, habría que sustituir una viga oxidada que provocó la caída de parte del techo de uno de los baños en el año 2007. Lógicamente, el de la planta de arriba tuvo que ser clausurado también por temor a otros desprendimientos. Así, «tenemos 10 sanitarios para unos 300 alumnos, la mitad de los que había antes», contaron desde la Asociación de Madres y Padres de Alumnos Al Sur.

Se da la circunstancia, además, de que uno de los dos baños que está operativo fue reparado recientemente por miedo a que unos azulejos abombados se vinieran abajo: «Los materiales los tuvo que pagar el colegio», apostillaron los padres. Los últimos arreglos menores realizados en el centro -excepto las humedades- fueron sufragados por la AMPA del colegio, por ejemplo, la sustitución de escalones rotos o la reforma del escenario del salón de actos. Hay que tener en cuenta que el colegio Al-Ándalus, que imparte enseñanzas de Educación Infantil y Primaria, tiene unos 70 años de existencia.

Tanto las familias como el propio colegio han notificado en varias ocasiones a las diferentes administraciones educativas -Delegación Provincial de Educación de la Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Jerez- la necesidad de acometer un arreglo urgente de los aseos pero hasta la fecha no saben cuándo se harán. Tras el habitual paso del problema de una administración a otra, finalmente es el Consistorio jerezano el que se hará cargo de la reforma, al tratarse de una reparación menor. «El Ayuntamiento ha asumido la obra y vino un técnico a ver exactamente de qué se trataba pero nada más», contaron las familias. Su temor, como el de cualquiera, «es que algún día pase algo y entonces ¿de quién será la responsabilidad?».

«Nos sentimos discriminados con respecto a otros colegios de la ciudad donde sí hacen arreglos más a menudo», dijeron las madres convencidas. Por otra parte, el colectivo coincidió en alabar la organización, el nivel educativo del centro escolar y el contacto directo de las familias con los docentes. «El colegio funciona perfectamente y todas las familias estamos muy contentas por tener a nuestros hijos aquí pero no es justo que tenga este problema de las instalaciones», dijeron. Reclamaron, por último, que se limpie más a menudo la plazoleta a la que da la puerta de acceso al centro escolar.