Más de medio millón de británicos se sumó a la campaña 'Salvar los bosques'. :: AP
Sociedad

Sherwood no se vende

Rebelión David contra Cameron. Los británicos consiguen paralizar la privatización de sus bosques

LONDRES. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los bosques de Sherwood continuarán siendo, como querría Robin Hood, propiedad del pueblo británico. La sociedad acomodada se está movilizando contra la política gubernamental de recortes del gasto público y ha logrado su primera gran victoria en un terreno tradicionalmente conservador: bosques y espacios naturales. Un variopinto colectivo, que agrupa desde lores y terratenientes a profesionales con sueldos medios y estudiantes, ha conseguido paralizar la privatización de 258.000 hectáreas de monte y campo que gestiona la Comisión Forestal, un ente estatal.

Son más de 1.500 bosques públicos con un valor estimado en 250 millones de libras (unos 280 millones de euros), que el gobierno de David Cameron pretendía vender para recortar el déficit estatal. El primer ministro conservador dio marcha atrás en su objetivo la semana pasada tras admitir que la gestión de la propuesta se planteó mal desde sus orígenes. «Lo siento. Me equivoqué», dijo al día siguiente la ministra de Medio Ambiente, la liberal-demócrata Caroline Spelman.

La campaña 'Salvar los bosques' se apuntó el triunfal gol contra el gobierno. Sus promotores promovieron un activismo en múltiples frentes, captando apoyos de la derecha e izquierda política, de organizaciones ecológicas, de asociaciones ecuestres y de los que simplemente disfrutan paseando por el monte o recorriendo en bicicleta las pistas rurales. También ganaron simpatizantes entre los que quieren preservar los re»cursos naturales en el patrimonio colectivo de la nación. Cuando el número de firmantes en la web de la campaña sobrepasó el medio millón, Cameron anunció el giro gubernamental a la venta de los bosques.

Las clases medias se rebelan contra los planes del Gobierno de coalición que afectan directamente a su estilo de vida o tradiciones. Han abierto un segundo frente de resistencia en defensa de las bibliotecas municipales, que corren peligro en el extenso programa de recortes. Los ayuntamientos verán disminuida la subvención del gobierno central en un 27% para 2015 y están dando prioridad a servicios esenciales, como las ayudas a los mayores o discapacitados, en el reajuste de sus presupuestos para este mismo año. Más de 400 bibliotecas podrían cerrar en los próximos meses.

Campaña nacional

Un grupo de voluntarios integrado por profesores, bibliotecarios y estudiantes ha creado la web 'Voces para la biblioteca', para dar cohesión nacional a la campaña. Cada día brotan nuevas protestas secundadas por los mismos estratos sociales moderados que hicieron posible la formación del gobierno compartido entre conservadores y liberal-demócratas en mayo de 2010.

«Crearemos una nueva presunción», escribió ayer Cameron en el conservador 'The Daily Telegraph', «de que hay que abrir los servicios públicos a un rango de proveedores compitiendo por ofrecer un mejor servicio». Y advierte: «Esto es una transformación. El Estado deberá justificar por qué tiene que operar como un monopolio. La diversidad es el principio más importante».

Pero la campaña en defensa de los bosques y las movilizaciones en protección de las bibliotecas han expuesto un flanco inesperado de protesta popular protagonizada por gente no acostumbrada a manifestarse en la calle. Cameron tendrá que vencer la resistencia de su electorado natural para llevar a la práctica su ambicioso programa de privatización de los servicios públicos.